lunes, mayo 19


BRAINCERSICE

Ultimamente he estado leyendo y viendo películas en E-X-C-E-SO. Mi cerebro ha recibido una cantidad de input a la cual no está acostumbrado; es por eso que necesito output. Output a cómo dé el lugar. Gracias al cielo por mi blogspot.

Es patético que el sistema social basado en el conductismo -es decir, en el que vivimos- presente tan pocas actividades o "recompensas" a nuestro comportamiento adecuado. Despues de producir durante ocho horas ¿tan sólo merecemos cinco opciones para divertirnos? Estoy segura que a las focas en el zoológico les dan más de cinco tipos de alimento por aplaudir correctamente ¿y nosotros? ¿solamente cinco? Pues si. Para di-vertirse, el ser humano promedio puede:

1.-Ver la televisión.
2.-Ir al cine.
3.-Consumir alimentos preparados o bebidas, ya sea calientes, frías y/o embriagantes en los lugares diseñados para ello. Solo o en compañía.
4.-Pasear en un centro comercial, como si el consumir esos artículos fuese una finalidad en sí, y no la satisfacción de una necesidad humana.
5.-Acudir a algun espacio donde le permiten escuchar música y, en algunos casos, mover su cuerpo al ritmo de esta.

He practicado todas estas actividades y todas me agradan, pero la verdad, me llegan a hartar. Afortunadamente está la lectura, donde más que encontrar respuestas a mis dudas, encuentro preguntas, pues las respuestas solamente las encuentro cuando escribo.

Sin embargo, no todo mundo gusta de leer y a nadie se le puede imponer nada. Lo triste es que el ser humano actual (y aquí me refiero a TODOS no solamente al hombre blanco de clase media) detiene su adquisición de conocimientos al salir de la escuela (por supuesto que está la experiencia, pero ésta se puede mejorar bastante con la teoría), sea cual fuere el grado que alcanzaron. Este fenómeno provoca una sociedad adolescente, en la que resulta imposible posponer beneficios a corto plazo por otros a largo. Esto se observa desde los gobiernos y las grandes empresas que, acabando con flora, fauna y humanidad, llevan a cabo proyectos que les brindarán ganancias exageradas "en esta vida" y, ni modo, que las siguientes generaciones se las arreglen como puedan.

Pero no son "ellos", "los grandes y malos" los que consumen recompensas inmediatas que detienen a la humanidad en la adolescencia. Somos todos los que perdemos el tiempo en sobrevivir y en divertirnos. Saber aplazar las recompensas como el que supo esperar hasta que obtuvo el premio Nobel de física. Realizar actividades que logren el avance de la humanidad, preparándose en exceso y trabajando en ello.

Claro que el di-vertirse es necesario e imprescindible, pero no es la finalidad de nuestro trabajo; tampoco lo es el consumir.

Hace unos días, cierta blusa me hablaba desde el aparador.

-Cómprame -me decía- ¿no te das cuenta de lo bien que te verás? Tus amigas te envidiarán, y los hombre te admirarán.

Sonreí ante lo cursi de sus palabras. Despues levanté la vista y ví a una modelo preciosa con la blusa en cuestión. Entonces imaginé que la compraba para lucirla en:

1.- ¿Mi casa mientras veo la televisión? No creo.
2.- ¿Cuándo vaya al cine? No necesito una blusa así para ir al cine.
3.- ¿Para ir a comer o a tomar con mis amigas? Ya tengo blusas que cumplen adecuadamente esa función.
4.- ¿Para ir al centro comercial? Cómico: comprar algo para usarlo al ir a comprar otra cosa.
5.- ¿Ir a un concierto o a una discoteca? También tengo ya algunas que puedo usar para eso.

6.-¿Ir a trabajar? Vestuario cubierto (Pantalones y camiseta).

No la necesitaba. Ella, ahí toda bonita, sexy e INNECESARIA.

-¿Qué no trabajas para eso? -me cuestionó- ¿Para qué quieres el dinero en la bolsa si no es para darte TUS gustos? Te gusto. Puedes comprarme. Házlo!

Tenía razón, pero no lo hice. No la necesitaba. Creo en la posibilidad de posponer el gastar, sobre todo en lo que no necesito. Así puedo obtener después (por qué no?) una diversión mayor (el viaje que siempre he querido) o destinarlo a una inversión monetaria o autoinversión (educación).

La tienda estaba llena de mujeres que -por su condicionamiento- buscaban la recompensa inmediata a su trabajo.

Creo que pasará mucho tiempo antes de que dejemos de trabajar incansablemente para comprar de la mano de nuestro condicionador (Estados Unidos) una de los cinco sabores de croquetas que nos ofrece. Woof!