miércoles, junio 2

Para él o contra él = No yo


Ya había tenido experiencias desagradables de acoso absurdo en ese supermercado, de modo que esa vez decidí eliminar cualquier motivo que lo propiciara. No me bañé, ni deslicé sobre mi rostro colorantes artificiales. Por atuendo elegí los pants (pantalones deportivos en español) más holgados, y la camiseta más amplia.

Mientras giraba en el tercer pasillo del supermercado, ya me seguía un hombre.

Lo acepto, en ocasiones parezco ser una extraterrestre al desconocer las cosas más elementales de este planeta; pero creo tener bien claro que al sexo masculino le atrae la mujer embutida en ropa "sexy", aunque recuerde verdaderamente a un embutido. Creo saber que reaccionan al estereotipo de mujer sensual fijado en sus mentes. Lo que no entiendo es por qué, en el quinto pasillo del supermercado otro hombre me lanzaba las palabras más gastadas de adulación a la belleza femenina. I thought we had won here, girl.

Pero no.

Cierto que, gran parte de la mujeres que adoptan poses masculinas es para protegerse de la agresión que en algún momento han experimentado de uno de ellos. Cierto es que da la sensación de control, incluso de superioridad. Pero, escuchando un reportaje de las mujeres muertas en Ciudad Juárez, me he enterado de que uno de los recursos que utilizan para evitar ser atacadas es vestir de pantalón holgado, camisa suelta y cabello corto. Simular ser hombres para su protección, fundirse con el entorno. Cierto es también que esos asesinos prefieren atacar a una mujer de cabello largo y minifalda pero, las mujeres de pantalón holgado también han sido atacadas. También están muertas.

¿Acaso no es el vestuario, el aferrarse a un estereotipo y a la reacción adecuada ante éste una mera justificación del macho para ejercer su poder contra quien es más débil? Lo hacen contra los homosexuales, contra los niños, contra los animales. Siempre hacia abajo. La atracción sexual es la escondite del ser pequeño y atemorizado que vive dentro de ellos y que, al proyectarlo en su entorno, desean eliminar. Tanto lo destestan ¿Y no es caer en su juego el modificar nuestro guardarropa para ellos? ¿El disfrazarnos de hombres para sentirnos protegidas por nuestro atuendo-padre?

El vestido corto, los tacones y el cabello largo pueden entenderse como la autotortura de una mujer que desea llamar la atención del sexo masculino. Está "arreglándose para él". Pero ¿no lo hace también la que oculta su feminidad tras un atuendo masculino para no despertar a la "bestia": el pobrecito no sabe controlarse, así que "mamá" lo hará por él.

Ambas situaciones son elecciones que se toman en base a él. La mujer "femenina" y la mujer "masculina" son productos de la misoginia. Recuerdo bien hace un par de meses a una guapísima doctora en estudios culturales que, ante un público de hombres y mujeres de todas las edades, y sin afán de seducción, impartía una conferencia acerca de la narcocultura en la frontera vistiendo una entallada camiseta que delineaba sus pechos y sus pezones perfectos que, obviamente, no requerían sostén. No tuvo que disfrazarse de nada para ser respetada, su inteligencia y su actitud fueron suficientes. Y eso que estaba en México. Creo que tuvo bien claro que si alguno de sus espectadores se retiraba al baño a media conferencia para masturbarse, era su problema, y no el de ella. Sin embargo, el diálogo fue tan interesante que nadie salió.