miércoles, noviembre 17

Un hombre de convicciones

No esquizofrénica, esquizoide. Una nación con una personalidad dividida, en la que el Yo interno es la que se profesa en privado y el externo en los medios. Estados Unidos siempre había proyectado un Yo socialmente adaptado, entiendiendo como sociedad al bloque de paises de primer mundo. Entre esa gente "nice" de Finlandeses, Franceses e Italianos, E.U. fingía que estaba de acuerdo con dejar a su hija de quince años dormir con su novio en la recámara de a lado (y daba un trago amargo a su cafecito espresso). La comunidad internacional lo creyó, y los incluyeron como invitados en sus reuniones semanales para tomar el cafecito.

En la televisión y el cine, todas las historias confirmaban esto. Pero si estas historias funcionaban (y lo siguen haciendo) es porque reflejaban los deseos secretos de quienes en la práctica no lo realizaban. La pornografía es exitosa no en las sociedades hiperliberales, sino en las reprimidas. Si una sociedad es una orgía constante -como pretende ser percibido E.U.- no hay necesidad de ir a verlo al cine. Drogadicción, pornografía y violencia, son los escapes de quienes viven bajo un exceso de control.

Y llegó Bush.

Efectivamente, el pueblo tiene el gobierno que merece. Bush es el presidente más coherente en la historia reciente de los E.U. El más sincero. Cuando dice que Dios le habla, no sólo habla él, sino sesenta millones de estadounidenses. Es un hombre valiente que no ha tenido miedo de enfrentarse a la comunidad occidental para hacerles ver que E.U. tiene más en común con las ideas fundamentalistas que con las liberales. Que gusta vivir sus "valores" y su "religión".Que se identifica más Bin Laden que con Horst Kholer de Alemania, Silvio Berlusconi de Italia o Zapatero de España.

Eres contra quien te peleas.

El problema es que el Yo social (el que es simulado por el resto de los estadounidenses) aún sigue funcionando de la misma manera. Los medios continúan con su actuación, perseverando en una postura que es cada vez más absurda. En la negación de su Yo interno ultraderechista -ese que es innegable incluso en los mas enardecidos intelectuales de "izquierda" norteamericanos- la población de ese país repudiaba a su presidente, culpándolo de eso que (secretamente) todos querían hacer: kill the %$$#"& arabs and bring home their oil! Pero, por eso mismo, lo reeligió.

Bush es de admirarse: hay que ser un hombre de agallas para aceptarte como el racista, ávaro y asesino que eres (digno representante de tus gobernados) y hacer y decir lo que verdadermanete deseas, sin importarte que, tarde o temprano, el mundo te asesine y destruya a tu país.