jueves, febrero 1

El retorno a sí

Hace poco me enteré de las reformas pedagógicas que se están implementando en las escuelas secundarias. De entrada son para celebrarse: mayor énfasis en que los alumnos reflexionen, construyan sus propios conceptos y analicen la información. Preferible a la forma tradicional de un maestro-dios y unos chicos macheteros. Sin embargo, lo que de forma es una mejora, de contenido es sospechoso.

Los "nuevos" libros (específicamente los de Español, que fueron los que indagué) son una celebración del auge tecnológico-mediático de nuestro tiempo. Los textos "aburridos" (Novalis, Shakespeare, Manuel Payno) han sido reemplazados por "divertidos" textos sobre los Simpson, los Rugrats y algunas películas. Se reproducen textos del chat telefónico para "hablar" el lenguaje de los alumnos, y se ha dicho adiós a la ortografía (de lo cual no estoy en total desacuerdo, sólo que debería ser reemplazada por la herramienta que siempre funciona mejor que las reglas ortográficas: la lectura). Y por último, el análisis y reflexión que tanto se pregona, se refiere al análisis de los medios: programas televisivos, películas, noticieros, páginas web, revistas y demás. Creo que esto es valioso, sí, pues induce a los adolescentes a cuestionar en lugar de recibir sin más lo que la pantalla ofrece. Sin embargo, convertir la educación del lenguaje y el pensamiento en un satélite de los medios es empobrecedor. Como siempre sucede, tras la muerte de un dios (el maestro-dios) llega otro que inmediatemente le reemplaza. El mass- maestro.

Enfocar la educación en la tecnología y el espectáculo me parece una ingenuidad por parte de las autoridades educativas. Pareciera que aún se maravillan de las exposiciones en Power Point y los trabajos escolares enviados por correo electrónico. "Quien hace esto es verdaderamente moderno". Los medios son precisamente eso. Volcar la educación de los adolescentes en los medios es precisamente olvidar el fin. Olvidar que se pretende el crecimiento integral de un ser humano, que es mucho más complejo que la diversión. Pareciera que el maestro ha doblado las manos frente a la televisión, y ahora pretende ser tan entretenido como ésta.

El sistema educativo está en crisis. En todos los niveles. Pero lo que se requiere no es mirar cada vez más hacia afuera. Se requiere ir hacia adentro. Coayuvar a que el alumno conozca aquello que se le vuelve cada vez más desconocido. Ese conocimiento que se aleja más cuando se le insta a volverse al exterior. El conocimiento de sí mismo.