Confort educativo
La Universidad Metropolitana de Agua Caliente es una verdadera pionera de la educación. Instalada en una ciudad cuya población aumenta vertiginosamente, está decidida a hacerse de un lugar en el mercado. Para tal efecto, colocar aire acondicionado en los salones es una inversión inteligente.
La proliferación de instituciones educativas en Tijuana lleva a éstas a tomar cada vez medios más agresivos para “reclutar” alumnos. Hasta hace pocos años, la única publicidad que requerían las escuelas era la recomendación de los alumnos y padres de familia. Esto se ganaba a través de la calidad educativa. Pero, probablemente debido al relajamiento de la SEP que, no pudiendo cubrir con escuelas públicas la cada vez más creciente demanda, ha permitido la creación de instituciones educativas “patito” al mismo ritmo que el de los mini-mercados.
El peridódico ZETA del 13 al 19 de agosto tiene en su portada una imagen del alcalde de Tijuana, Jesús Gonzáles Reyes en la que, junto a coloridos números e imágenes de niños, muestra una cita: “Abriré un kínder”. Por supuesto que tal portada es una ridiculización de las intenciones del alcalde que, como cientos de tijuanenses a quienes se les termina la “chamba”, abren una escuela. ¿Importa si tienen conocimientos de pedagogía? ¿Si terminaron siquiera una carrera? ¿Si poseen espíritu docente? Por supuesto que no. Sucede que consiguieron un changarrito, una casa grande, algún préstamo y “lo que está pegando ahorita son las escuelas”.
Pero la ley de la oferta y la demanda es clara. Tantas escuelas están provocando el cierre de otras que tenían años en funcionamiento; su demanda ha descendido hasta hacer incosteable el continuar funcionando. Por otro lado, la producción en masa genera productos de dudosa calidad. Tijuana será pronto la ciudad peor educada del páís. Decenas de universidades “express” lo aseguran.
El spot radiofónico de la Universidad Metropolitana de Agua Caliente pudiera entenderse como una parodia de lo que sucede con las instituciones educativas de la región. Desgraciadamente no lo es. Escuchar “oye, que bien, los salones tienen aire acondicionado” en la voz de una supuesta alumna dirigiéndose a otra, seguido de la voz que anuncia y promete “alberca, aguas termales...todo un confort educativo”, son frases que se pretenden “serias” y tienen toda la intención de hacerse de clientes (alumnos, perdón). Jamás se menciona el nivel de calidad educativo, ni siquiera como mero gancho.
¿Que horror? ¿A qué hemos llegado? ¡En mis tiempos no era así!
El que suceda esto con las escuelas no es para espantarse. ES LA REALIDAD, y como tal, válida. Se ha sustituído la educación por la información. La eliminación de las escuelas como instrumento educativo es tan sólo un epifenómeno.