viernes, febrero 7

AQUI Y AHORA

  La creaciòn verdadera responde a las condiciones cambiantes del medio. En un ambiente invadido por la publicidad no podemos si no aprender de sus estrategias para mantenerse inovando tanto en formas como en medios con el fin de llegar efectivamente a su mercado objetivo, y esto es logrado a travès de un anàlisis exhaustivo del entorno social: conocer antes de actuar, responder a las necesidades que aun no se manifiestan pero que se van gestando al tiempo que la sociedad se transforma.

  Serìa absurdo utilizar campañas publicitarias que funcionaron hace dècadas, por esto, los mercadòlogos se sitùan en el momento presente, adoptando el lenguaje y los medios que le son propios, o desarrollando otros para los cuales la sociedad està preparada.

  Aplicando las estrategias mercadològicas a la escritura, èsta debe estar al tanto del presente para generar textos en los que, en su fabricacaiòn, se considere lo que sucede en el entorno del autor, y que puedan competir en un medio cada vez màs electrònico, en el que el lenguaje visual parece superar al escrito, de tal forma que la escritura, segùn Charles Bernstein (refirièndose a la poesìa), sea tan o màs entretenida que la televisiòn.

  El ignorar lo anterior y utilizar en la escritura formas y estructuras que funcionaron en el pasado por haber estado precisameante conectadas a su realidad en ese momento, resultarà en lo mismo que utilizar en el presente un anuncio publicitario de hace dos dècadas: un producto totalmente anacrònico.



MOTIVACION (?)

  Ayer caminaba por los pasillos de Sams Club, cuando escuchè, proveniente de las oficinas de lugar, el siguiente coro:

--Dame una “S”
--Ese!
--Dame una “A”
--A!
--Dame una “M”
--Eme!
--Dame una “S”
--Ese!
--¿Que dice?
--Sams!
--No se escucha.
--Sams!
--Tres veces.
--Sams! Sams! Sams!

(Aplausos)

  Quise vomitar. Me avergoncè de escucharlo. ¿Es eso lo que se llama “Motivaciòn de Personal”? Una empresa transnacional burlàndose de sus empleados bajo el pretexto de “motivarlos”, concepto que no significa otra cosa que presionarlos a trabajar màs con el mismo sueldo utilizando medios no costosos que atentan contra la dignidad de la persona.

  Alguna vez creì en los recursos humanos y en su capacidad de brindar un ambiente de trabajo adecuado. Desgraciadamente este puesto es propio de empresas grandes que lo utilizan como un medio de control, y no còmo el vehìculo para establecer relaciones adecuadas con el personal y estar al tanto de sus necesidades.

  Recuerdo el tiempo en que iniciè mi trabajo en ese puesto, entusiasmada de estar al servicio del personal, sòlo para descubrir despuès que tendrìa que hacerles firmar pagarès que protegìan al patròn, negar prèstamos cuando sabìa perfectamente que eran viables, dar la cara para anunciar la noticia de que el pago del salario se postpondrìa una vez màs; todo esto mientras elaboraba los manuales de bienvenida y proyectos de motivaciòn que incluìan bonos de asistencia y membresìas en tiendas de mayoreo. Insultante. No durè seis meses en es trabajo. Desgraciadamente, el renunciar a mi puesto no cambiò nada en las condiciones laborales de ese lugar, y de ningùn otro.

  El aumento en las manifestaciones en la capital del paìs y en otras ciudades, es el resultado de este ignorar la dignidad de la persona humana tranformàndola en “fuerza de trabajo”, que puede manipularse mediante tècnicas denigrantes còmo la utilizada en el almacen SAMS, en donde ponen en ridìculo periòdicamente a las personas que fungen como sus empleados, con actividades tan estùpidas còmo la que mencionè al inicio de este texto.

  Ese dìa huì del lugar para no escuchar los coros de Sams! Sams!; desgraciadamente, todo esto continùa sucediendo porque quienes nos damos cuenta de ello, preferimos fingir que no sucede... y huir.