UNICA SOLUCION
En el parque, en la banqueta, sobre el trampolín de la alberca; frente a la televisión, en el cine, contando chistes idiotas frente a la familia; en las tiendas, restaurantes, en la cama, en el mercado, recibiendo visitas de amigos igualmente enfadados; en el hospital, el asilo, la iglesia o la cantina, en la silla de siempre afuera de la casa.
Esperando que los números representantes del tiempo aceleren el ritmo.
Lunes.
La rutina, de nuevo, nos ha salvado.