miércoles, marzo 5

COMPLOT VS. EL TIEMPO

La importancia de un constante crecer en conocimientos se deben a la posiblidad de contar con un marco teórico que nos permita enfrentar las ideas y tradiciones asimiladas a través del tiempo con formas distintas de pensamiento, de manerA que podamos construir un propio yo que no obedece ni a la tradición, ni a la información, si no a una mezcla personal de ambas que es, por lo tanto, más auténtica.

Sólo en la medida en que esto sea posible podremos, como sociedad, desarrollarnos en dirección distinta a la que conduce la manipulación de la información, que no tiene otra intención que la de conservar o abolir costumbres que resulten benéficas para el consumo. Un ejemplo de esto es el "open mind". Aquí se invita al sujeto a librarse de cualquier restricción que le impida decir sí a todo; sin embargo, este sí resulta peligroso: Es un sí que da la bienvenida unicamente al placer, pues el unico producto que no se puede llegar a poseer del todo. Kathy Acker dice en su relato de New York City 1979:

"El sexo se ha transformado, como el arte, en un apoyo al sistema post-capitalista...Debido a que los consumidores (del primer mundo) poseen todos los objetos que existen, y además ya no tiene dinero porque han sido exprimidos entre la inflación y la depresión, igual que el sexo, los hombres de negocios tienen que descubrir productos que la obvia necesidad venda. El sexo es tal producto. Solamente olvídate del puritanismo del que tus padres te alimentaron mientras sucedía el materialismo que la revolución sexual hizo gracias al amor libre y al sexo hippie y tienes un gancho perfecto. El deseo sexual es un fenómeno que fluye naturalmente. El sexo como producto presenta un mercado que se expande naturalmente. Ahora los capitalistas hacen todo lo posible por llevar el deseo sexual mundial a límites inimaginables"

El open mind ideal sería el estar abierto a todo, pero no solamente a lo positivo. Como dijera Nietzsche "un sí a todo, incluso al sufrimiento, incluso a la culpa, incluso a lo problemático y extraño de la existencia". Y no el rechazar el dolor y lo incómodo, recluyendo a los inadaptados y a los ancianos en instituciones para evitar que nos recuerden que la salud y la juventud eternas son imposibles. Citaré de nuevo a Acker en el mismo relato:

"La gente vieja en los Estados Unidos es tratada como mierda. Ya que la mayoría de las personas pasan su vidas viviendo mentalmente en lo material, no tienen libertad mental; así que cuando se hacen viejos y su piel se descompone y sus cuerpos se trasforman en arena putrefacta y no pueden hacer ejercicio físico y no pueden dar rienda suelta a los placeres corporales y se ven todos feos, repentinamente no tiene nada. Teniendo nada, se puede creer que al menos pueden ser callados y drogados en guaridas de manera que puedan tener la oportunidad de desarrollar sueños o por lo menos advertir a sus hijos para que hagan algo aparte de ser materialistas. Pero de la manera en que este país está organizado, no existen estas guaridas con droga para esconder estos sentimientos: los viejos tienen que ir a asilos donde se le ata a una silla de ruedas y se les transforma lo más pronto posible en zombies, porque los zombies son más fáciles de manejar. Así que las personas viejas tienen un espacio vacío muy grande sin nada que lo pueda llenar, solo un ugh, y esa es la vida: nada más sucederá. Sólo un ugh y alto."

De nuevo, debido a la carencia de cuestionamientos y conocimientos por parte de quien recibe las "nuevas formas de pensamiento", las propuestas que, como todo, llevan un trasfondo meramente mercadológico, son asimiladas por un público sobresaturado de información que consume ideas como productos desechables, ya que la oferta es tanta y se genera a tal velocidad, que no existe el tiempo suficiente para evaluar lo que se consume, para conocer y cuestionar lo que se propone. Ideas, personas y objetos que nos transforman a una velocidad perfectamente planeada con el fin de que sea imposible custionarlos. El tiempo es su enemigo, el tiempo es un peligro. Es por eso que cada vez el tiempo alcanza menos al hombre actual; secretamente el ritmo del tiempo está siendo alterado de tal modo que el tiempo mismo peligra con desaparecer.