NOCHE DE OSCARES
Si el éxito y la fama te dejan así: thanks but no thanks. Es perturbador observar el lenguaje corporal y verbal de las actrices de hollywood en los óscares: que actúen, sí, que actúen!, que repitan las palabras y los ademanes que les dice su director, para lo que indudablememente son buenas.
Observar la cara de Renné Zellgweger (algo así), su baja autoestima que pretende compensar matándose de hambre para poder lucir en su cuerpo vestidos preciosos, lo cual no tiene nada de malo si no te crees que eres lo que representa el estar vestido así. Su pose es la de: mírame, y no escuches tanto lo que digo, lo más que puedo hacer es darte una sonrisa estúpida y nerviosa.
O la reacción infantil de Nicole Kidman que no encontraba donde esconderse al haber recibido su oscar de mejor actriz (por un papel inteligente), sus ademanes casi patológicos y su discurso larguísimo que podría resumirse en : no sé que decir.
Por supuesto que no todas las actrices son así. Pude ver la acttitud de esa mujer guapísima e inteligente llamada Diane Lane, que por cierto, fue nominada por su actuación de mujer estúpida en la película "Infidelidad". Las contradicciones del medio, las contradicciones.