martes, septiembre 2

La página en blanco se colocó frente a ella y le preguntó:

-¿Te doy miedo?

La noche anterior ella había estado castañeteado los dientes, comiendo a trozos todo lo que abandonaría de su vida. Imaginó los diecisiete millones de páginas en blanco que llenaría con ¿gusto?

No.

No hay lugar cómodo en dónde colocarse. Este mundo no es cómodo. La felicidad son esos momentos que temen perderse. Todo lo demás es espera de felicidad. La felicidad nunca es suficiente: siempre habrá el recuerdo de que alguna vez hubo más, o la esperanza de un momento aún mejor. La nada.

La cabeza hacia abajo y el futuro ¿Por qué serán tantos? Son muchos, gritan. No me dejan escribir. Necesitan atención, amistad, amor. Lo exigen.

Su fórmula es:

Amor + Sacrificio = Recompensa

¿Amor + 0 = 0?

¿ 0 + Sacrificio = Dinero?

Yo quiero 0.

La página en blanco tiene miedo. Es mío. Me lo tiene que dar. Lo tengo, siempre lo he tenido. Ella nunca ha sido página en blanco.

Tlon! Ya somos muchos. Todos vivimos en Mayra.

-Si, yo soy el ingeniero!
-Yo también, soy la mujer que abandonó a sus hijos!
-No confío en este grupo, ni en ti.
-Soy el pintor del túnel!
-Soy vertical, pero preferiría ser horizontal.
-Sucede que me canso de ser hombre.
-Lo envidio, por el simple hecho de que no es yo.
-Yo soy Garrik! cambiadme la receta.

Sonrío y recibo cinco lentejas. Sonrío más y son diez. Sonrío aún más y siguen siendo diez.

La respuesta es que no hay respuesta. La certeza es que no hay certeza. La página en blanco es que no hay miedo ¿Cómo estás?