SIN OBJETIVO
Ah que con estos nuevos inventos! terminan por echarlo a uno a perder. Es cómico lo paradójico del orden actual: un círculo de consumo hasta en los aspectos psicológicos antes irrelevantes.
El voyeurismo es un acto antisocial, egoísta. Esta práctica es tratada en millones de consultorios en este momento en todo el planeta, gracias a que poco a poco nos han convencido de que ir al terapeuta es bueno, que nadie somos lo suficientemente cuerdos como para arreglárnoslas por nosotros mismos, sobre todo ahora que han bajado mucho los ratings de los sacerdotes. Entonces, como somos modernos, vamos al psicólogo, pues, a diferencia de nuestras abuelas, sabemos que “no sólo van los que están locos”. Por eso estudio la maestría, porque ahora un psicólogo es más capitalista que un administrador de empresas.
Pero, como hay que estar en todo, es imposible que el voyeurista sane, entonces, además de canales pornográficos, El Mexicano segunda sección , Big Bother y los Blogspots, inventamos la E-Lists, a las cuales podemos tener acceso sin necesidad de participar y, enterarnos del chisme; ey! incluso sentimos que formamos parte (siento, corregiría mi terapeuta, quien se empeña que todo hable en primera persona “para hacerme responsable”) Está bien, así lo haré: Siento que participo y, aparte de todo: mi correo se satura maravillosamente con mensajes “interesantes”. Los leo en silencio como si vigilara a mis vecinos, y luego voy a terapia a decir que no me gusta el mundo de cerca, que las personas tienen muchos defectos y no las soporto.
La realidad es que si soporto a la gente pero, como a la mayoría de mi generación, no me gusta comprometerme: Problema muy grande! Debo ir a terapia! Aunque la realidad es que también hace falta comprometerse a no comprometerse, pues es una elección como cualquier otra y tiene sus consecuencias. No es libertad, es tan esclavizante como el compromiso. Pero nadie debe darse cuenta, para que sigamos yendo a terapia y chateando con gente imaginaria. El chat es el mejor aliado del esquizoide: el cuerpo no es necesario.
Al final de cuentas todo se reduce a una mera elección. Si el mundo es una mierda es porque quiero verlo así, si el mundo es maravilloso y como dice De Chardin: sigue un proceso constante hacia la complejificación y la formación del Ser, es porque quiero creer eso. Entonces toda crítica se vuelve cómica, por ser la exactamente el polo opuesto e idéntico al que sostengo. Dejando atrás la neurosis, el mundo posee el sabor del agua: habrá quien la disfrute y quien no.