miércoles, enero 1

NEW YEAR''S EVE
Pero que patético y antiglamoroso resultará que escribas en tu blog el 31 de diciembre en la noche, me dije; mejor sigue escribiendo en word y nadie lo notará. Perdí. Así que inicio el año con ésta actividad que, desde que me la tomé algo en serio, ha sacudido y reacomodado mi vida sin pedirme ninguna autorización. Y creo que no es ninguna casualidad el iniciar el año de esta manera; algo hay en esta actividad solitaria que me llama irracionalmente. He escuchado todo tipo de advertencias ante los peligros de la escritura, pero ¿que hacer cuando no se puede hacer nada? Sucumbir. Sucumbir irremediablemente.