miércoles, noviembre 19

CEREBRO ERRANTE

Mandaré mi cerebro a Guadalajara a partir de mañana; de modo que suspenderá los posts hasta el lunes veinticuatro. Aunque es posible que en Guadalajara éste encuentre maneras de utilizar un teclado y aparezca algo por aquí.

Por lo pronto, como el próximo viajero ya se encuentra haciendo su maleta, no puedo hacer algo mejor que subir el siguiente texto.

Ganas de la Memoria
(Fragmento)

Ya pasó el tiempo en que me acercaba a ti
como a un almácigo. Entraba en tu ámbito extenso, casi
inconmensurable, más allá del contexto, como
quien entra más allá de sí mismo al páramo
donde se encuentra. Me quedaba mirándote sin
decir, era como la misma hora siempre, era
como una paz
o una especie de paz. Desaparecían las tensiones. Era
como una especie de paz en extinción.

°
No había árboles pero tampoco guerra. Yo sabía que
al entrar en ti como quien entra a tu lugar no iba
a ganar el premio. Y todo lo que tenía
encima me presionaba. El sol, siempre,
es una gran presión.

°
Yo era los animales.
Yo era los animales pacificados
no por tu música sino por tu silencio. Por los
acordes que no oía, por las voces que no escuchaba, hay una prolongación.
Hay una conjugación, muy extraña, de
rododendros. Yo logré ser –y ese es mi triunfo-
un silencio de los animales esperando de ti
o una especie, una señal.-

-Eduardo Milán.