martes, noviembre 18

IDIOMAS DENTRO DE LOS IDIOMAS

De lo general a lo particular, existe el lenguaje humano, los idiomas comunes a varios paises, la lengua oficial de cada pais, los dialectos del mismo, la manera en que la lengua materna se utiliza en las distintas regiones del país, en las distintas clases sociales dentro de una misma región, en las distintas edades, en las distintas familias, en los distintos grupos, entre las distintas personas.

Y es en este lenguaje común entre las personas en el que se dan las conexiones. Este "idioma personal" trasciende países, clases sociales y edades. Es una comprensión a un nivel distinto. Podría decirse que es el lenguaje del alma, del yo interior o de alguna invención de ese tipo. Pero no existe explicación racional para ello.

Es probable que existan redes invisibles en el planeta a las que se pueden conectar solamente personas con ciertas características; lo complicado es encontrarla y conectarte a ellos.

Rara vez encuentras la conexión en tu familia, o con tus amigos de la infancia o del trabajo. A estas personas de la red especial las encuentras por azar en los sitios menos pensados. Puede ser que incluso no tengan nada en común, pero al hablar, sienten perfectamente que se encuentran en el mismo canal, que no se tiene que hacer un esfuerzo porque comprendan lo que dices cuando lo dices, lo que sientes o lo que vas a opinar, pues lo saben de antemano.

Siguiendo la teoría psicológica, pudiera ser que me estoy expresando como personaje esquizoide, y sucede que mi personalidad relacional es ficticia, por eso lo de las conexiones; pues necesito relacionarme con quien sea capaz de adivinar mi personalidad interna bajo el teatro que muestro. Todos somos esquizoides en mayor o menor medida, por eso lo de llamarnos personas (máscaras), sin embargo, los de la máscara y disfraz y escenografía tenemos un poquitillo de más dificultades.

Relacionarse por medio de ese idioma personal, en el que se puede estar hablando de algo cuando ambos saben de lo que en realidad se trata, es un descanso inmenso. Es tender la mano que nunca ha tocado el viento hacia otra mano similar. Una vez revelado el ser entero de esta manera y, sin telón para esconderse, queda uno vulnerable a la vida como un cretáceo al cambiar de caparazón. El problema es que, cuando las conexiones de ese tipo se pierden, el caparazón comienza a endurecer de nuevo y la mano se esconde.

No se necesita hacer nada para que alguien reconozca tu idioma dentro del idioma. Sólo basta escucharse, mirarse, leerse y todo sucede. Sólo basta no ser y tender el teatro de siempre, pues quien habla tu idioma lo reconocerá en el propio. Sólo basta caminar por el mundo sin buscar, sin anhelar, sin preparase; pero eso sí, una vez identificada la red, uno deberá conectarse sin pensar en consecuencias.