miércoles, noviembre 13

INTERFERENCIA CEREBRAL
No es esquizofrenia (creo). Por las noches, con el fin de aislarme de los horribles gritos de las bestias hogareñas (radio, televisión, teléfono, la pecera, mis dos perros) coloco unos tapones fluorescentes en mis oídos. Hace dos días, me dí cuenta de que mi aislamiento es inútil. Escuché murmullos; continué leyendo. Decidí ponerles atención y distinguí palabras. Voces masculinas, femeninas, de distintas edades. Material de blog! Era una especie de intereferencia como la que se escucha en los walkie talkies o el CV. Hace tiempo, un amigo me contó que dormía cerca de su televisión y soñaba programas y noticias. Yo no me encontraba cerca de ningún aparato electrónico, sin embargo, es posible que la electricidad que brindan los vientos de Santana ocasionen un ambiente propicio para que los pensamientos de otras personas se entretejan en la electricidad ambiental y puedan ser captados por otros que, como yo, estén atentos a éste fenómeno. Presento a continuación un fragmento de las anotaciones que hice de éste suceso (las separaciones indican el fin de una voz y el inicio de otra)
obliterar/ le va a servir de mucho, mire que bonita! como hace juego!/felicidades cariñito/ ses vatim -pensó Esperanza/uy,chiquito, uy,bonito/un cardenal o qué/ aquí en el piso, no importa/ no digas nada, no digas nada ¿no voy al baño?/ música instrumental/un membrete/ mentiras, hombre, mentiras, mentiras, mentiras/espero que le sirvan los horarios limpios/la moraleja es (escucho a alguien que tose)Ajá ¿de dónde vamos a sacar la vida?/ pasas el hipódromo y exactmente a donde quieras puedes llegar/caguama/ no,no,no veinte años(canto de un trío)cuanto ha sido, ahora sé que al fin/(escucho mi voz que dice: eso estuvo suave) es una burla/japonesa el Emmanuel, por eso, así llevan ocho/los cines, ochenta y ocho ¿a qué hora te dijo que iban a bajar? ya bajé, todo en orden/ ¿en dónde? dime/ no le dió nada para el adeudo "canción desconocida"/ vamos a éste, al de aquí
A partir de ese día no he vuelto a escuchar nada. Estaré pendiente de los vientos de Santana y disponible a interceptar frecuencias ajenas. Tal vez me entere de uno que otro chismesillo y ¿por qué no? encuentre un forma alternativa de comunicación humana.