lunes, octubre 13

El SHOW DE JUANA KLEIN

JK: Bienvenidos al programa de hoy. Esta tarde hablaremos del tema: adictos a los instructivos. Tenemos en el panel a Mayra, a Roberto y a Bibiana; y antes de empezar la charla, démosle un aplauso a nuestros patrocinadores!

(Cólgate, la crema dental completa para toda la familia)

JK: Pues bien, Mayra viene de Tijuana, México. Ella nos va a contar su experiencia con los instructivos en la niñez.

M: Antes que nada, gracias Juana por tenerme en tu estudio. Yo siempre había querido estar en un estudio, de hecho leí hace poco un instructivo de cómo estar en un estudio. Saludos a mis papás que espero no me estén viendo, y a dos o tres personas de las que no quiero decir el nombre pero que desde aquí les mando un beso.

JK: Tengo aquí que tu primera relación con un instructivo fue a los cinco años.

M: Si, Juana. Si mal no recuerdo, jeje, y eso que aprendí bien mi instructivo de recuerdos, tenía esa edad cuando, sentada en la sala de mi casa en navidad, le decía a mi papá cómo armara la bicicleta de mi hermano. No pude soportar que quisiera hacerlo por su propia cuenta, sin haber leído nunca nada al respecto.

JK: ¿Y que pasó después?

M: Pues nada ¿Qué iba a pasar? que mi papá armó perfectamente la bicicleta con mis instrucciones.

R: Anda, diles ya que a partir de ahí te volviste una junkie de instructivos. Yo sé toda tu vida ¿Te acuerdad?

JK: Momento, Roberto, ya te tocará tu turno. A ver Mayra, no puedo evitar la curiosidad ¿has armado alguna bicicleta?

M: No.

JK: Bueno, continúa con tu relato.

M: Es todo. Tú me dijiste que hablara de mi primera relación con un instructivo y eso hice.

JK: Ok, entiendo. ¿Nos podrías contar de tus relaciones posteriores con los instructivos?

M: Si, me gustaron tanto que los empecé a coleccionar. Los obtenía de los paquetes, del cuarto de mis tías, de mis primas, de las cajas de herramientas, de donde se pudiera. Entre más extensos mejor, entre más gruesos, más específicos, más técnicos, más...

R: Ya, ya, que le pare o se va a venir.

JK: Más respeto por favor. No te he dado instrucciones de que hables.

R: Jajaja, pero si yo no necesito instrucciones, hace años que quemé todos mis instructivos. Los quemé cuando Mayra y yo nos separamos, y desde entonces me dedico a trabajar de mesero en un bar y a consumir todo lo que puedo.

B: Cerdo capitalista! ¿No aprendiste nada de los instructivos? Acuérdate que de los requisitos para ser una persona libre, acuérdate de que se supone que debemos eliminar nuestras necesidades y aspirar a realizar labores que hagan crecer nuestra mente.

JK: Lo siento panelistas, pero tenemos que ir a un corte comercial. Cuando regresemos: los adictos a los instructivos nos revelan sus secretos de pareja!

(Frescas doraditas, crujientes saladitas, te las comes y te picas y no puedes dejarlas de comprar...)

JK: Muy bien, estamos de vuelta para escuchar el testimonio de una relación entre adictos a instructivos. Bibiana nos contará su historia.

B: Hablábamos de cómo debería ser el mundo, sabes, pero nos daba miedo. Leíamos instructivos sin para y, de tanto leerlos, decidimos que también nosotros podríamos elaborar unos para decirles a otros como hacer las cosas que nunca habíamos hecho, pero que estábamos seguros de que así se debían de hacer: miles de autores de instructivos no podían estar equivocados. Todo era perfecto entre nosotros, seguíamos los pasos de un instructivo que habíamos elaborado secretamente; lo malo es que no sabíamos que, una vez realizados todos los pasos, tendríamos que vivir: ahí estuvo el problema.

JK: A ver, a ver, déjame ver si entiendo ¿El problema era vivir?

R: Pues si Juanita, esta gente cree que leyendo un instructivo para nadar se va a salvar cuando se hunda el barco, qué chafas!

JK: Roberto, limítate a opinar durante tu turno, por favor.

JK: Nos decías Bibiana...

B: Desde entonces me dan miedo los adictos a instructivos, pero no puedo dejar de relacionarme con ellos. No entiendo a la gente que vive, no sé cómo le hace.

JK: Y tú ¿Cómo vives?

B: Oh, no, yo no vivo. Yo hago como que vivo para que no se den cuenta los otros. Yo solamente leo instructivos y elaboro uno que otro. Ah! y también los leo en público.

JK: Gracias Bibiana por tu... inusual historia. Ahora vamos con Roberto, quién parece que tiene mucho que contarnos. Dice en mi tarjeta que tú y Mayra vivieron juntos varios años. Cuéntanos de eso.

R: Pues si, yo creí que los instructivos me ibas a llevar a algún lado, pero eso nada más te lleva a otro instructivo y a otro y de ahí no sales. Ya aprendí a nadar, tirándome al agua. Ya no planeo nada, ni pienso en nada que no sea en comer, comprar y coger. Creo que fundaré una asociación para los adictos a esa basura y para los que tenemos que lidiar con esos adictos. A mí casi me cuesta la vida.

JK: Háblanos de eso

R: No, no quiero. Y menos porque tú me lo dices.

JK: Está bien. Mayra ¿Quisieras hacer algún comentario?

M: No sé si quiero, pero bueno, ahí va. Creo que habemos dos tipos de personas: los que viven y los que saben cómo se debe vivir. Los primeros pueden relacionarse entre sí durante la vida, tienen problemas porque no saben cómo vivir, pero cómo no se dan cuenta, se la llevan así, y se mueren. Los segundos no pueden relacionarse entre sí durante la vida, porque no saben vivir, todo intento de relación es una idea. Tampoco pueden relacionarse con los del otro tipo, porque la relación debe darse en la vida, y ellos la desconocen. Entonces pasan su existencia solos, pensando en lo que debería ser. Eso es todo.

JK: Es una idea interesante.

R: Jajajaj, pues claro, toda idea es interesante, pero de interesancias no se vive.

JK: Temo decirte que hay ideas que no son interesantes.

R: Sí, por eso estamos en este show.

JK: A ver, panelistas, tenemos preguntas del público. Si, tú, la de camisa amarilla ¿Que quieres preguntar?

X: Quiero saber si es posible utilizar los instructivos con medida.

JK: ¿Quién gusta responder?

R: Yo te recomiendo que no los utilices, son adictivos nena, tú sabes si quieres que te cuerne el toro.

B: Utilizarlos con medida es muy burgués y no te lleva a ningún lado. No pasas del centro.

M: Claro que puedes hacerlo, pero te la vas a pasar semi-viviendo, envidiando a los extremos. Es mejor polarizarse.

JK: Ustedes se me están poniendo muy filosóficos. A ver... Ah, permítanme que debo ir a un corte comercial. Pero no le cambien, que nos espera el último segmento en el que tenemos un invitado especial que nos sacará de dudas con esto de los adictos a instructivos. es todo un experto.

(AT & T Invandiendo tu mundo presenta...)


Continuará...