lunes, octubre 20

IDENTIDAD

Podré hacerlo de una opinión, una silueta en la oscuridad, el ritmo conjunto de las respiraciones, el delicado doblez de una coma junto a su nombre, el fluir de un cabello, un aroma incongruente, unas uñas mordidas, la vibración lenta y profunda de unas cuerdas bucales que siguen a la mordida de un taco, el insomnio, unos ojos observando al cien porciento, todas y cada una de las palabras contenidas en un libro, un círculo vicioso, el cuerpo más extraño, el imposible tacto de unas letras en la pantalla de mi computadora, el recuerdo de algo que nunca sucedió, diez mil manías, la incapacidad de cambiar, el pensamiento, un pensamiento, su pensamiento; el miedo en la presencia, la postura al caminar, todos los silencios, la voz que se desdobla en tres significados, una estructura ósea, las mentiras descubiertas, una noche fría de presente expandido y confesiones, mi abdomen, el mapa construído con la caminata de cuatro pasos, un dolor intenso pero placentero, palabras al unísono, alegrías súbitas, incluso de goteras en invierno o peligros superados; pero nunca, nunca, nunca me enamoraré de una falta de ortografía.