miércoles, diciembre 11

CURIOSIDAD
El gusto por lo familiar no es sino el eco que se produce de nuestra mediocridad. Temer a lo incierto, a lo descomunal, a lo "raro", es responder a nuestro instinto básico de permanecer en el redil. Las tradiciones, los usos y las costumbres nos llenan de la satisfacción que proviene de hacer "lo que se debe como debe ser". Sin embargo, el ir por rumbos desconocidos siempre ha tenido como consecuencia el descubrimiento de algo; aportaciones valiosas de quienes han osado ir contracorriente.
A estas horas de la madrugada no se puede sino divagar: tal vez el reorganizar los muebles de una casa estratégicamente, de manera que se ubiquen en los lugares menos acostumbrados, podría modificar las relaciones conyugales, parentales y fraternales de quienes viven en ella; llenar de novedad la vida de los se hartan de lo mismo.
Hace rato, cuando surgió esta idea, decidí que haría un hermoso caos en mi casa; sin embargo, fuí práctica (o perezosa): solo atiné a cambiar el formato de la hora del microondas a 24h. Disfrute mi hazaña al ver a unos enormes números verdes anunciar las 00:09. Que maravilla! y sólo utilicé mi dedo y dos segundos. ¿Que no podría lograrse con mantener de por vida esa mentalidad?