domingo, diciembre 1

RAZONES
Alguien me preguntaba que cómo era posible que invirtiera tanto tiempo en estar sentada frente a una computadora, que si no se me antojaba saber lo que pasaría si en vez de estar ahí "viviera". Saber lo que pasaría, interesante. Al levantarnos, desconocemos totalmente lo que nos depara ese día, aunque todo esté perfectamente planeado y tengamos un itinerario en el que se especifiquen las actividades detalladamente y con horarios. Esa incertumbre en lo cierto es la mayor motivación. Escribir es lo mismo. Se puede tener un plan de la ficción o no ficción, conocimiento del tema e intención, pero es al escribir el texto donde se revela lo que finalmente será. Por eso la supuesta "vida" no se extraña cuando se escribe, por el contrario, se disfruta más, ya que quien escribe vive dos veces: vida que se devela en la escritura que se devela escribiendo.