martes, diciembre 28

Pretextos en cinta

La comodidad ha ido eliminando mis placeres. Recuerdo la primera tienda de renta de videos en Tijuana, Estación Video 2000. No sé exactamente hace cuántos años la abrieron, pero estoy segura que son más de 20.

Era todo un viaje ir a rentar una película. Decidirlo con la familia, subirse al carro, llegar a ese lugar intergaláctico. Caminar entre los estantes llenos de películas desconocidas. Consultar a la familia. Pasar a comprar maíz para hacer palomitas en una olla con mantequilla. Oler la olla desde la mesa del comedor, mientras mis padres las cocinaban (¿las palomitas se “cocinan”?).

Después llegaron los videocentros y luego los microondas. Aún así podíamos bajar (a veces incluso caminando) a Las Palmas a rentar una película al videocentro y sacar una bolsa de palomitas para microondas de la caja de mayoreo que ya vendían en el Price Club de Chula Vista.

Llegó la parabólica y poco después su pequeño hermano, el DirecTV.

Más se tardaban las palomitas en el microondas que la película en comprarse con el click del control. Tanta disposición terminó con mi gusto por las películas en exceso. Me di cuenta (yo también, ¡sí!), que no era Ítaca, sino el camino, y que lo que me gustaba no eran las películas, sino los viajes. Pero como ya existen tantas videos y están tan cerca de las casas, ya no hay que hacer ningún viaje largo para rentar películas. Además, ya no son videos, ahora son DVD´s y, por consiguiente, no se tienen que reembobinar.

Pero como todo tiene remedio en esta vida y todo por servir se acaba y todo acaba sirviendo, el DirecTV se acabó. En vez de subscribirme con la competencia o contratar Dish Network en los E.U. he sacado membresía en el Blockbuster más lejano a mi domicilio. De esa manera tardo casi una hora desde que decido rentar una película hasta que regreso de nuevo a mi casa. Con frecuencia la regreso a la tienda sin haberla visto, porque tengo cosas más importantes qué hacer que estar perdiendo mi tiempo frente al televisor. Como si el tiempo me sobrara.


domingo, diciembre 26

Nombrando la realidad

La revolución industrial entorpeció a la poesía porque los procesos de producción modificaron los procesos de creación. Antes de la producción en masa, la producción artesanal obedecía a maneras personales de construir productos. Era posible que cada productor hiciese una descripción distinta de los pasos del proceso que utilizaba para su propia producción. Cada artesano, como cada poeta, tenía la capacidad de ver aspectos distintos de la realidad, desde su perspectiva fresca, desde su propia indagación.

Pero con la producción en serie, incluso vivir se vuelve un proceso de etapas comunes: nacer, crecer, reproducirse y morir. Esta es la normalidad. Y así como éste, existen millones de procesos que hemos introyectado y que constituyen nuestra propia manera de percibir la realidad.

El poeta es un descubridor. Entendiendo como descubridor alguien que nos permite darnos cuenta de algo que ya estaba ahí, pero que no habíamos percibido. Y lo que descubre el poeta son etapas adicionales a los procesos que conocemos o procesos que no hemos advertido pero que, una vez nombrados, los reconocemos.

Cuando Lezama Lima dice:

El odio a fingir el encerado, ocultando con el pañuelo
el rey de espadas, y la marmórea, obligada cerrazón
del cimbalón de las carcajadas lanzadas al asalto.
Y no el traspaso de la agujeta cenital, sino el manteo
de ir recubriendo el ciruelo con la otra carne lunar,
cuando vamos reclamando el hueco del almendro...


está nombrando, con los recursos que tiene a su alcance (las palabras de nuestra lengua), etapas de procesos de pensamiento, de sentimientos, o de acciones que no son identificables por no haberse incluido dentro de los procesos “aceptados” socialmente, pero que no por eso son inexistentes.

El problema para el poeta actual es que su pensamiento se encuentra obnubilado por los diagramas de flujo que se encuentran incrustados en su mente. Desde el funcionamiento del cuerpo hasta el funcionamiento de la PC han sido descritos como procesos que constan de ciertas etapas que son validadas como verdaderas y científicas; pero, ¿que hay entre esas etapas? ¿que hay del paso 1 al paso 2? Lo que hay entre esos dos pasos es materia de la poesía porque, mientras que la ciencia simplifica, la poesía tiene la función de develarnos la totalidad de lo real. Y como los millones de pasos que hay del 1 al 2 no han sido nombrados de manera consensual, es preciso diseñar combinaciones novedosas del lenguaje para que puedan ser comprendidas en su totalidad. No se diga de los procesos que aún no han sido percibidos.

Entre el dedo que golpea la tecla y la tecla, hay un poema extensísimo que permite advertir las decenas de imágenes que describirán y descubrirán todo lo que sucede durante tan “insignificante” acto. Estos “descubrimientos” son, sin embargo, amenazantes. Ampliar el campo de percepción siempre resulta en una toma de conciencia de las motivaciones reales de los actos de los individuos, y una conciencia superior es una conciencia no manipulable. Es por eso que, lejos de permitir la ampliación de la percepción, se nos bombardea de información, dejando nulo lugar para la indagación poética. La información son procesos prefabricados, cuyas etapas han sido previamente seleccionadas dentro de las millones que los constituyen.

Por eso la poesía exige alimentos no procesados. Necesita ruido, tranquilidad, movimiento y silencio; pero de primera mano. La poesía exige ser productores y no consumidores. Sembrar la parcela propia, autorregenerarse. Habitar en un mundo no narrado.

Qué alegría, qué alegría
qué majestuosa tristeza esa unión
de la respiración misteriosa, entre la transparencia que se recibe
y la exhalación de las entrañas que se devuelve.
Esa es nuestra morada,
la pureza que se recibe
y la siniestra semilla que se hunde.


Lezama Lima

martes, diciembre 21

Cero y van muchas

Si algo bueno tiene el actual cine que se está haciendo en México es, que en su mayoría, no copia a Hollywood.

Copia a López Dóriga.

Es bien sabido que la realidad supera cualquier ficción. Mientras que durante meses se filmó la película Cero y van cuatro, bastaron unas horas para mejorar varias de sus escenas con el linchamiento de Tláhuac transmitido por Televisa.

Las noticias son cada vez más divertidas, ¿o será que López Dóriga quiere ser el nuevo Sevcec? El noticiero se asemeja más a Primer Impacto o Al rojo vivo que a un noticiero nacional. Ni modo, la competencia es dura.


Es cierto que los temas que tratan los guionistas mexicanos son reiterativos: corrupción, violencia, drogas, sexo, poder; sin embargo, la manera en que los tratan dista mucho de las historias norteamericanas de villanos y héroes. A diferencia de Estados Unidos, en México nadie se salva. Todos estamos involucrados. El héroe no es el que cumple la ley, sino el que la quebranta con mayor humor, con desvergüenza y estilo.

Desde el renacimiento del cine mexicano se han producido varias películas de calidad: Amores Perros, La ley de Herodes. Y a pesar de que algunos de los actores ya andan pisando la alfombra hollywoodense, existe la clara conciencia de que el retomar los temas estadounidenses como lo hacen los reality shows o los programas de juegos es condenarse a desaparecer.

Cero y van cuatro es una película que entretiene sin mejorar el noticiero de las diez. Pero de malos pintores se hacen los buenos, así que producciones de ese tipo permiten que vean la luz películas independientes como Japón de Carlos Reygadas, excelente filme en el cual el silencio mexicano es el mejor narrador.

jueves, diciembre 16

CAMINOS Y MÚSCULOS

La ventaja de vivir toda una vida en la misma ciudad es que sus caminos están llenos de recuerdos antagónicos; de esa manera, se disipa cualquier nostalgia.

°

Nuestros músculos son caminos que hemos moldeado con el paso de las emociones.

No son mis genes. Si soy alta o si mi toráx es angosto, no es debido a la magia de la información genética que me han trasmitido mis padres al momento de engendrarme. Es debido a las emociones que experimenté al tener contacto con ellos mientras me criaban. Y después, con el mundo.

Los ojos se cierran ante un panorama familiar insoportable. Son los ojos pequeños que caracterizan a la familia. Esos ojos de los que cada padre se enorgullece cuando ve a su hijo. Han estado en cada familia a través de las generaciones. Han estado ahí porque el panorama familiar continúa siendo insoportable.


Los ojos se abren enormes ante el miedo. Esos ojos grandes que han estado en la familia desde siempre. Ese miedo ante los ataques de pánico de todas las mujeres de la familia. Esos enormes ojos asustados.

Moldeamos nuestro cuerpo a base de emociones. Cada rasgo facial, cada acumulación o ausencia de grasa, cada curvatura de nuestra espalda es una huella emotiva.

La lectura de una mano es tan sólo un fragmento. La lectura completa es la lectura del cuerpo.

Podemos hacer el intento de ocultar nuestro pasado con lenguaje o acciones; pero si éste aún nos atormenta, estará presente en nuestros hombros, mejillas, abdomen, piernas. Cada movimiento del cuerpo, cada postura, cada cambio del tono de nuestra voz es la construcción de nosotros mismos que hemos elaborado para soportar el dolor, la angustia y, por supuesto, para celebrar la alegría.

El psicoterapeuta y el médico son una sola profesión que se ha escindido. Esa pobre paciente artrítica no sólo debe ser atendida con Celecoxib, sino también con una larga temporada de sesiones terapeúticas en las que poco a poco aprenda a expulsar su energía contenida en vez de retenerla en su cuerpo hasta atrofiarlo. Cada dolor muscular es un dolor psíquico. Cada dolor psíquico es un dolor muscular.

Los rasgos hereditarios, las enfermedades genéticas son neurosis o salud aprendidas. La forma y el aspecto de nuestro cuerpo es decisión personal. Y el cambio de la forma, por supuesto, también lo es.



°


-Lo único que puede hacer un artista es describir su propia cara.

Estás condenado a ser tú.

Esto nos deja libres para dibujar lo que queremos, ya que solamente nos estamos dibujando a nosotros mismos.

Tu caligrafía, la forma en que andas. Qué diseños eliges para la porcelana. Todo te devela. Todo lo que haces lleva tu firma.

Todo es un autorretrato.

Todo es un diario.


-Chuck Palahniuk, Diario.



viernes, diciembre 10

Tu signo literario

Leyendo el blog de Guillermo Vega, encontré un sitio en el que, respondiendo a un cuestionario, califican la personalidad de quien lo contesta con el nombre de algún clásico de la literatura que se le asemeje en ideas, preferencias y concepciones del mundo.

Respondí el cuestionario.

Soy:

1984

George Orwell: Nineteen Eighty-Four.
You are the
classic warning against the threat of
totalitarianism. To you, politics and
philosophy are inseparable, authorities suck
and the reality might not exist outside our
imaginations.


Which literature classic are you?
brought to you by Quizilla


No tengo ninguna objeción.


domingo, diciembre 5

Anna en el fin del mundo

En ocasiones me gusta pensar que realmente vivo en un país libre, y que junto a mi país existe otro país libre. Respiro. Me digo que las sociedades de control y Burroughs son sinónimos de paranoia. Que es mentira que existe un complot represivo. Que debo disfrutar la vida sin cuestionamientos constantes. Respiro. Salgo a pasear. Cruzo la frontera. Compró la revista Vogue.Instalada en un delicioso hedonismo, me siento, la abro, la hojeo, leo mi horóscopo.

Tauro.

"...beware of turning into a shrew or becoming your own worst enemy. When you feel like telling your lover, friends, or employer exactly what you think of them, smile instead."

López Obrador tiene razón. Es un complot.


°

Escritura Virtual vs. ¿Escritura Virtual?

La escritura en la red es llamada equivocadamente escritura virtual al querer establecer una diferencia con la escritura impresa. Pero toda escritura, al llevarse a cabo como proceso completo, pertenece al campo de lo virtual. Pues la escritura es incompleta sin la lectura, y la escritura tampoco se reduce a su lectura; de manera que la obra se da en esta interrelación intangible que no se puede atribuir al espacio-tiempo de una página, una pantalla o un lector. Sino al espacio-tiempo donde ambos convergen. Esta convergencia conforma una tercer realidad que no es atribuible a ninguno de los dos. Realidad virtual en la que se consuma el acto literario.

viernes, diciembre 3

Wikimundo

He añadido un par de links. Se trata de páginas de información en las que el conocimiento no se impone, sino se construye. Wikipedia cuenta ya con más de 400,000 contrbuciones. Es una enciclopedia gratuita en la que se puede encontrar todo tipo de información, cuyo valor es el de haber sido elaborada por miles de personas alrededor del mundo, quienes la han armado por medio de sus contribuciones. El único requisito para presentar ahí cualquier tipo de información es que exista su contraparte; es decir, que existan puntos de vista contrarios sobre un mismo tema. Salud pura.

WikiNews es aún más interesante. Es un sitio que apenas se desarrolló en el pasado noviembre y que cuenta ya con más de cien contribuciones. En ellas se invita a cualquier persona a que colabore con alguna noticia, una especie de corresponsalciudadanos. En la misma página están las intrucciones para hacerlo. Por el momento sólo está en inglés, pero probablemente (y como sucede con wikipedia) será accesible en otros idiomas. Así, la información que estará a nuestra disposición no se verá filtrada a través de los intereses comerciales de tal o cual medio, sino al interés (real o tendencioso, pero al fin de cuentas personal) de alguien que posee la voluntad de dar a conocer los asuntos que suceden en su localidad desde su perspectiva. Asuntos que son, como decía Elliot: entre más locales más universales.

miércoles, diciembre 1

¿Literatura o Periodismo Virtual?

Aún tratándose de páginas dedicadas a temas literarios, el tipo de texto que posee mejor recepción en la red es el de corte informativo. Si se clasificaran los Post con base en la clasificación rígida de los textos, encontraríamos que, en su mayoría (excluyendo los Blogs tipo “Diario”) encajarían en lo que se conoce como columnas, artículos e incluso “cartas al editor”.

El Blog se desenvuelve ya como una vía para el periodismo irreverente. Las cadenas de radio y televisión, los periódicos y las revistas nacionales e internacionales se mueven dentro de intereses que no se “deben” poner en juego con opiniones y juicios mordaces. Para ello recurren a elucubraciones ridículas que son cada vez menos creíbles. El escritor virtual, al no tener un editor que lo limite, cuestiona frontalmente la información oficial que recibe. Y la difusión de su texto no se limita a lo local. Concluyeron los tiempos en los que el escritor utilizaba panfletos que entregaba personalmente para difundir sus ideas críticas. Ahora, quien busca información en la red sobre algún tema específico, encontrará que el buscador coloca en la misma página la información “oficial” y la del “aficionado”, eliminando así la posibilidad de un monopolio o de una hegemonía de la información como la que se maneja en la televisión.

Durante la campaña electoral para la presidencia de los Estado Unidos en el 2004, y específicamente durante los debates televisados, no cesaron de aparecer comentarios y opiniones en los medios, así como en los Blogs. Y fue precisamente en un Blog, después del segundo debate, en el que se generó una noticia que sin duda tuvo repercusiones en la manera en la que el público percibía al presidente Bush.

En la página www.isbushwired.com su autor escribió sus observaciones del debate, incluyendo la visión de una protuberancia cuadrada que abultaba el saco del presidente, la que aparentemente era un apuntador. La observación fue retomada por los noticieros internacionales, en los que se cuestionaba, se apoyaba o se descalificaba. El orden del flujo habitual de la información se quebrantó. Este hecho muestra el potencial que posee la información virtual que emiten los Blogs, y el interés que ponen los medios oficiales en éstos. Y si hay atención, no es por mera amabilidad; reconocen su importancia e intentan absorberlos antes de que adquieran proporciones mayores.

Después de décadas de lectores y espectadores pasivos, el Blog permite a cada individuo tener su propio espacio de anuncio y denuncia.

Las posibilidades trans/in-formativas del Blog son de mayor trascendencia que sus posibilidades literarias.

Para consultar blogs que ya trabajan con estas ideas ver:
Cargamento
México2006

domingo, noviembre 21

Self checkout

Entré al supermercado Albertson´s. A mi derecha una computadora lista para ser usada. Un asiento. La invitación a aplicar ahí mismo para un trabajo en esa tienda. Yo, que acababa de pasar seis horas en internet, podía -si es que lo deseaba- solicitar empleo sin hablar con nadie. Continuar con mi soledad.

Caminé por los pasillos de la tienda. Coloqué en mi canasta los pocos víveres que necesitaba. Diez minutos y estaba en una "self check out". Coloqué mis artículos sobre la banda. Los pasé uno a uno por el lector de códigos de barra. El total salió en la pantalla. Introduje un par de billetes y recibí mi cambio. Las bolsas de plástico estaban también a mi disposición. Coloqué los productos en ellas y listo. Sin haber tenido que hablar con alguien, regresé a mi casa. Sin la necesidad de ese molesto "contacto humano".

Las sociedades de control estadounidenses funcionan a la perfección. Un sistema de cobro de ese tipo jamás funcionaría en México. Y no es que sea presumible la delincuencia en este país. Sin embargo, la coerción social aún se encuentra fuera de los individuos. Aún existe la capacidad de obrar acorde a nuestros propios vicios. Pero en el vecino país los individuos llevan ya dentro los controles bajo los cuales deben comportarse; basta escucharlos para identificar los cientos de frases hechas que intercambian y repiten en las situaciones pertinentes.

Tuve una sensación muy extraña cuando abandoné el supermercado. Pensé en los miles de personas que tan sólo abandonan su casa por las noches para platicar unos minutos con el cajero del supermercado. Eran ellos los que hacían fila en las cajas registradoras regulares. Pero luego están los otros, quienes requerían sentirse obligados a contactar con alguien y, ante la facilidad de ser ellos sus propios cajeros, evitaron a toda costa la angustia del contacto. Si hay cajero automático, para qué acercarse a uno real que tal vez sea patético.

La causa de instalar este tipo de aparatos en las tiendas de autoservicio (que, desde que se generaron también se rompieron la relación especial con el dependiente del lugar) es, obviamente, económico. A largo plazo, el ahorro en sueldos, pagos por enfermedad, juicios legales, en fin, el ahorro en todo lo que se pensó cuando inició el desplazamiento del hombre por la máquina, está tras todo ello. No son para "satisfacer" al cliente. Pero, cuando se ha logrado ese tipo de "autocontrol" social, es posible moldear al ciudadano para que sea cada vez más "autosuficiente" y no requiera de molestos seres humanos, cuya función nunca ha sido la de servirlo, sino la de controlarlo. Ya no es necesario. Ya es todo un Do-it-yourself citizen .

Y en ese precindir de contacto humano, el individuo se empobrece. La alienación produce consumidores ideales y, sobre todo, empleados cuya prioridad es su trabajo. No necesitan de una pareja que los limite o amigos que los saboteen con fiestas, reuniones o pláticas por la madrugada.

En una encuesta elaborada en México hace un par de semanas, los mexicanos respondieron que en una escala del 1 al 5, el número 1 era su familia y el 2 su trabajo; mientras que, respondiendo a lo que más les disgustaba, las respuestas apuntaban a su sueldo y su trabajo. Detestar un trabajo no es una virtud, sin embargo, la encuesta denota que aún no hemos sido tragados por el engranaje global de convertirnos tan sólo partes de una gran máquina productora de capital. Aún, en medio de la pobreza y los video escándalos, conservamos una parte viva.

Me prometí no volver a utilizar esas máquinas en ese lugar o en cualquier otro de los muchos en los que ya están instaladas. Realizar nuestras actividades en persona en vez de utilizar una máquina tal vez resulta absurdo cuando esto implica "gastar" nuestro valioso tiempo. Es necesario elegir: o se economizan tiempos y movimientos eliminando poco a poco lo que nos hace humanos o perdemos el tiempo en boberías como hablar con alguien, escucharlo; en interesarme realmente en otro distinto a mi mismo.

viernes, noviembre 19

Una obra literaria nunca es una totalidad; es tan sólo un registro críptico de una serie de referentes. Apuntes.

°

Eres la voz, el cuerpo, la mente que utilizan las máquinas para comunicarse. Eres input.

°

Nacemos no-siendo. Somos en la medida en que creamos.

°

Antes de tener contacto con un libro, lo tuve con la televisión. Después aprendí a leer, y me enseñaron que los libros se leen de uno en uno; esa disciplina me resultó antinatural. Acostumbrada a cambiar de canal cada quince segundos, un libro a la vez era una práctica aberrante. Debido a eso, desarrollé una conducta compensatoria: al leer, coloco en la mesita de junto unos cuatro o cinco libros y voy intercalando su lectura, como el más impaciente couch potato que no deja en paz el control de la televisión.

miércoles, noviembre 17

Un hombre de convicciones

No esquizofrénica, esquizoide. Una nación con una personalidad dividida, en la que el Yo interno es la que se profesa en privado y el externo en los medios. Estados Unidos siempre había proyectado un Yo socialmente adaptado, entiendiendo como sociedad al bloque de paises de primer mundo. Entre esa gente "nice" de Finlandeses, Franceses e Italianos, E.U. fingía que estaba de acuerdo con dejar a su hija de quince años dormir con su novio en la recámara de a lado (y daba un trago amargo a su cafecito espresso). La comunidad internacional lo creyó, y los incluyeron como invitados en sus reuniones semanales para tomar el cafecito.

En la televisión y el cine, todas las historias confirmaban esto. Pero si estas historias funcionaban (y lo siguen haciendo) es porque reflejaban los deseos secretos de quienes en la práctica no lo realizaban. La pornografía es exitosa no en las sociedades hiperliberales, sino en las reprimidas. Si una sociedad es una orgía constante -como pretende ser percibido E.U.- no hay necesidad de ir a verlo al cine. Drogadicción, pornografía y violencia, son los escapes de quienes viven bajo un exceso de control.

Y llegó Bush.

Efectivamente, el pueblo tiene el gobierno que merece. Bush es el presidente más coherente en la historia reciente de los E.U. El más sincero. Cuando dice que Dios le habla, no sólo habla él, sino sesenta millones de estadounidenses. Es un hombre valiente que no ha tenido miedo de enfrentarse a la comunidad occidental para hacerles ver que E.U. tiene más en común con las ideas fundamentalistas que con las liberales. Que gusta vivir sus "valores" y su "religión".Que se identifica más Bin Laden que con Horst Kholer de Alemania, Silvio Berlusconi de Italia o Zapatero de España.

Eres contra quien te peleas.

El problema es que el Yo social (el que es simulado por el resto de los estadounidenses) aún sigue funcionando de la misma manera. Los medios continúan con su actuación, perseverando en una postura que es cada vez más absurda. En la negación de su Yo interno ultraderechista -ese que es innegable incluso en los mas enardecidos intelectuales de "izquierda" norteamericanos- la población de ese país repudiaba a su presidente, culpándolo de eso que (secretamente) todos querían hacer: kill the %$$#"& arabs and bring home their oil! Pero, por eso mismo, lo reeligió.

Bush es de admirarse: hay que ser un hombre de agallas para aceptarte como el racista, ávaro y asesino que eres (digno representante de tus gobernados) y hacer y decir lo que verdadermanete deseas, sin importarte que, tarde o temprano, el mundo te asesine y destruya a tu país.

domingo, noviembre 14

Los procesos de producción de la miseria

En un barranco en el que se encuentran hacinadas cientos de chozas, un niño desnudo de cuatro años juega en el lodo con una lata de coca-cola; junto a él está su madre, quien sobre una fogata improvisada fuera de la choza, hace la comida vaciando unas tortillas en una olla con agua caliente. Clic.

Premio Nacional de Fotografía.

“For it has suceded in transforming even abject poverty –by apprehending it in a fashonably perfected manner– into an object of enjoyment.”
Walter Benjamín

Como aventurado cazador o curioso extranjero, el fotógrafo busca las imágenes más lastimeras, más desgarrantes, más sórdidas. Se adentra en las colonias miserables para buscar la fotografía perfecta y, por supuesto, dar a conocer a otros lo que ahí sucede. Su escudo es la denuncia. Nadie criticará a ese excelente fotógrafo que incluso arriesga su vida para captar las más nauseabundas fotos de los muertos en Irak; y lo hace, obviamente "para que el mundo se entere de lo que está sucediendo ahí."

Estoy en mi casa tratando de hacer un poco de comer para mi hijo y mi esposo que llegará en unas horas. No tuve dinero más que para comprar un paquete de tortillas. Hace rato puse la lumbre. Mi hijo de cuatro años juega a mi lado. Un hombre alto de mochila y pantalón de mezclilla está parado a unos metros de mí. Tiene en sus manos una cámara fotográfica enorme. Ya los conozco. Vienen de vez en cuando según esto que para dar a conocer a la gente la miseria en la que vivimos. La gente ve la foto en el periódico mientras toma el cafecito. O si la ponen en un libro, la ven y la comentan y la analizan. Y escriben cosas “interesantes” acerca de ella. El libro se vende bien. Luego pasa de moda, y regresan a tomar más fotos para una revista, el periódico u otro libro. Y regresan porque saben que aquí no pasa nada, que me van a encontrar en veinte años aquí mismo, ya sin mi hijo, vieja y haciendo sopa con tortillas; lista para la foto de denuncia.

Hemos sido engañados o nos encanta. No importa. El programa “Al rojo vivo” de Telemundo o el realismo sucio. Los documentales de PBS o Adbusters; sea con fines comerciales o “subversivos” todos traficamos con lo mismo: la miseria humana.

Si necesitas comprar fotos de indigentes, es muy fácil solo teclea http://hazel.forest.net/skjold/photo_pages/homeless.htm, elige la que deseas y paga cien dólares o más, según el uso que quieras darle.

En un intento por validar las imágenes reales -que hablan por sí solas- las captamos a través del lente o el teclado. Ahora sí, el mundo se dará cuenta de lo terrible que es. No basta el sufrimiento de la madre que ve a su hijo sin piernas por causa de una mina. Es preciso fotografiarla o videograbarla, para que “vean”, para que valga la pena. Y los que ven estas reproducciones de la realidad se acongojan más cuando la mesera olvida ponerle queso a su hamburguesa.

Evidenciar la miseria humana como pieza artística o como espectáculo, sin importar la finalidad de esto, es aún mas inhumano que las acciones sociales, económicas o bélicas por las que estos individuos han llegado hasta ahí. La invasión de los espacios es siempre la queja principal de los discursos anti-imperialistas; pero quienes pronuncian estos discursos son los mismos que invaden los espacios de los dolientes para reproducirlos.

Así que, ya sea Telemundo o Baudrillard, quien utiliza la pobreza o cualquier miseria humana como materia prima, se ha incluido como instrumento de producción capitalista para generarla. Las maquiladoras necesitan de la miseria para tener a su disposición mano de obra barata; el artista necesita de la miseria para armar su exposición.

viernes, noviembre 12

Replicante

Ahora sí, verificado, Replicante ya está a la venta en el Sanborn's de Tijuana (y en los de todo el país). Una revista que sin duda dará un buen golpe a las revistas "Literarias" nacionales.

Por ahí anda una colaboración mía y la de varios tijuanenses.

Pronto la presentarán en la ciudad.




°


Sin palabras

El desempeño de Fox como presidente me parece excelente: ha sido un gran amigo de los Estados Unidos y del presidente Bush.

Collin Powell

lunes, noviembre 8

ELT
Enfermedades Lingüísticamente Transmitidas


Tápate los oídos, puedes contagiarte. Incluso no leas este texto, las enfermedades podrían estar en las palabras.

Las enfermedades están en las palabras.

Habitando en una era en la que el contacto con la información supera el contacto humano, las enfermedades se han adaptado; ahora se contraen a través del lenguaje.

Si anteriormente el paciente iba al doctor con síntomas físicos palpables, ahora el paciente va al doctor porque ha leído en internet o visto en televisión algunos síntomas de una enfermedad muy peligrosa que concuerdan peligrosamente con lo que padece. Y si se trata de enfermedades mentales, los casos se elevan.

¿No te has fijado si tienes un gusto secreto a la posibilidad de que alguno de tus miembros sea amputado? ¿Has mirado con cierta envidia a quien carece de una mano o una pierna? ¿Te golpeas con frecuencia o colocas ropa ajustada para cortar la irrigación de tu cuerpo?

Si contestaste sí a alguna de esas preguntas, sin duda padeces de apotemnofilia.

Y no estás solo.

Existe una lista en internet con 1,400 suscriptores.

Si las enfermedades son el nombre que se le da a un conjunto de síntomas, es posible elaborar mezclas personales de síntomas para crear enfermedades. Una vez nombradas, el terreno está listo para padecerlas.

Creada la enfermedad, también es posible crear una epidemia. Una epidemia es, antes que todo, una palabra. La narrativa de una epidemia dicta su curso. El número de casos de influenza crece año a año, y el contagio se realiza...a través de la televisión. Las personas, aconsejadas por los medios, acuden a los centros de salud a recibir una vacuna elaborada con virus que, debido a la manipulación que se hace de ellos, mutan de año a año, creando la necesidad de una nueva vacuna. El remedio es la enfermedad.

El problema es que la medicina no está aún tan avanzada para atender a todas las enfermedades que está causando la información. Enfermedades que no son solamente de tipo mental, sino que han sido somatizadas y que, por lo ende, requieren de un tratamiento.

Las epidemias verbales o escritas pueden ser controladas a través de remedios lingüísticos; sin embargo, cuando lo semántico lleva a lo somático, se tiene una población que requiere mayor atención que la que dan las palabras.

Cuidado con el sexo telefónico, o por internet: podrías adquirir una enfermedad venérea.

Estas enfermedades tiene su origen en la ciberenfermedades que contagian a las computadoras únicamente a través información. Nosotros, cada vez más relacionados con la máquina que con nuestro vecino, estamos desarrollando la capacidad de contagiarnos de la misma manera. Y así como los hackers colocan "vacunas" a las computadoras para deshacerse del "virus", es posible que la medicina no tarde en desarrollar instrumentos de este tipo.

Iniciaría sin duda con una especialidad para los médicos: Patología Narrativa.

Mientras tanto, debemos prevenir cualquier contagio, evitando lo más posible el contacto con información infectada.

Salud!
Salud!

Saaaaaalud!

Deberías ir al médico.

martes, noviembre 2

GUIA UTIL PARA EVITAR ENCUENTROS CERCANOS CON CUALQUIER TIPO

No pierdas tu tiempo cuando trates con un escritor. Tan pronto lo conozcas, pregúntale qué tipo de textos escribe. Si es poeta, huye. Ni siquiera te despidas. Los poetas se extinguieron hace más de cien años. Hoy, la palabra poeta es utilizada para nombrar a un neurótico cuya principal característica es la agrafia.

Si escribe narrativa, puedes quedarte; sin embargo, debes hacer una segunda pregunta, ¿escribe cuento o novela? La decisión es tuya, y va a depender de lo que buscas. Aquí va la experiencia de un cuentista.


"Siempre me he concebido como un cuentista. Me parece que los cuentos son como una aventura amorosa intensa y apasionada, mientras que la novela es un largo y difícil matrimonio."
Dan Chaon

De modo que si andas en busca de alguien que no se compromete, un cuentista es tu respuesta.

Para relaciones duraderas, un novelista. Pero que no sea experimental. Esas novelas "de hoy" no llegan ni a las ochenta páginas.

Nota: ya entrados en pláticas, pregúntale cuánto tiempo lleva escribiendo su última novela. Un rango de uno a cuatro años es saludable. Más de cinco, peligroso. De siete en adelante, huye. No es novelista. Es poeta.

sábado, octubre 30

7.-No literalizarás

Si, contrario a lo que se nos recomienda, tomáramos las frases que escuchamos de manera literal, sería mucho más fácil comprender el mensaje que está explícito, pero que ocultamos disculpando a quien lo dice con el habitual: no debemos tomarlo literalmente.

¿Y por qué no? Si el lenguaje se diseñó para transmitir mensajes, y continúa funcionando de la misma manera, simplemente que se nos ha "educado" la capacidad de percepción, de modo que cuando escuchemos algo claro, comprendamos algo distinto a lo que en realidad nos comunican y, por supuesto, nuestro interlocutor también ha sido entrenado de la misma manera, de modo que ya ni el mismo perciba lo que está transmitiendo.

En una charla que impartió un reconocido maestro de la Universidad Estatal de San Diego, aparentemente se manifestaba contra el imperialismo norteamericano y la globalización. Pero el maestro no estaba convencido de lo que decía. Por más que se empeñaba en criticar la conducta de su país natal, era evidente su rechazo a otras culturas, característica inherente al imperialismo. Y no porque lo manifestara en su ponencia, sino en las palabras que elegía para hablar de ello. Un ejemplo muy claro fue:

"Las personas del lugar se opusieron pues, poner un McDonald´s en Oaxaca cambia el CHISTE de ese lugar"

Por supuesto que se le puede atribuir esto a su manejo del español, pero, incluso el hablar mal nuestro idioma se debe a la incomodidad que siente al utilizarlo. Claro que afirmar que Oaxaca es un chiste de lugar es intencional, digamos que inconscientemente intencional. Una parte de él piensa que esos pueblos mexicanos son cómicos y absurdos, y así llama un "chiste" al lugar.

El lo dice, nosotros lo escuchamos, pero nuestra percepción "educada" no indica que no debemos pecibirlo así "tan literalmente", como si las percepciones claras fuesen una falta de respeto por revelar aquello de lo cual se ha establecido un acuerdo tácito para ignorar.

Los niños cuya percepción aún ni ha sido muy atrofiada por el aprendizaje desconciertan por su "crudeza" para expresarse, y porque cometen el error de comprender "literalmente" las cosas. Nuestro cuerpo y nuestro lenguaje son clarísimos, aun cuando tratamos de mentir. Y la percepción de esos mensajes son igualmente claros. El problema es que hemos aprendido tan bien a ignorar todo eso, que nos prestamos al eterno: tú juegas a que me engañas y yo a que te creo, cuando en realidad poseemos todas las herramientas necesarias para entender lo que nos comunican verbal y corporalmente, pero que en muchísimas ocasiones es preferibles ignorar para continuar la fantasía.

La fenomenología nos ayuda a percibir lo que hay, sin adornarlo con interpretaciones. El problema incluso con lo fenomenológico es esa percepción amaestrada, esa que nos hace llamar a la invasión de nuestro país por parte de las potencias mundiales: inversión extranjera. Y sentarnos felices a consumir.

martes, octubre 26

Desde el avión

Después de pasar casi una semana en tierras familiarmente desconocidas, regreso a esta página, la más familiar de mis irrealidades.

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La saturación invariablemente desemboca en creación.

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La repetición es considerada una actividad indeseable por su poder para transformar.

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Recomiendo nunca conocer en persona a alguien a quien se admira.

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Respirar es la prescripción más efectiva en caso de angustia. La menos utilizada. La única gratuita.

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Si matas aquello que no te mata, te hace más fuerte.

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No faltan personas con iniciativa; faltan personas con la capacidad de comprometerse con las implicaciones de su iniciativa o ¿Cuándo has visto torturar a un borrego?

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El peor control es el autocontrol.

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Si nuestra experiencia es destruída, entonces nuestro comportamiento será destructivo.
R.D. Laing



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AVISO DE OCASION

Hace dos días perdí mis lentes. Si alguien los ve, píselos por favor. Necesito descansar de ver la realidad.

jueves, octubre 14


World Wide Waste of time

Gabriel García Márquez cree que si hubiese habido "computador" en el tiempo en que creó Cien años de soledad, sin duda el escribir la novela le hubiera tomado menos tiempo, y no hubiera tenido que pasar junto a su máquina de escribir tantos años de soledad.

Hay un pequeño detalle que el señor García (que raro se ve sin el Márquez), ha olvidado. En ese tiempo el escritor sin duda tardaba muchísimo tiempo en escribir, editar y reescribir sus textos. Pero todo el tiempo invertido en esa tarea fue mínimo, comparado con el que pierde el escritor de hoy. Y por supuesto que no es en la edición de sus textos, si no en otra de las maravillas de la tecnología: el internet.


*

Otras ramas de la literatura fantástica

A nadie extraña que un funcionario público afirme de que la pobreza está siendo erradicada. Tal vez no extraña porque lo que dice es cierto: está siendo erradicada a base de salarios risibles. Bajo esas condiciones se puede erradicar a quien sea. Sin embargo, el funcionario pretende que se entienda que se está combatiendo la pobreza. Y claro que se está combatiendo. El ejemplo más claro fueron las matanzas que se llevaron a cabo en Chiapas. Vaya que se está combatiendo la pobreza. Pero no, el funcionario trata de decir que los pobres tienen más dinero; que viven mejor. Situación curiosa. Siempre que salgo de casa veo la misma escena: los niños de la calle, los vendedores ambulantes, el paisaje desolador de las colonias marginadas. Nada cambia. Y eso lo sabemos. Y nos quejamos ( o escribimos en el blog) . Y no pasa nada. Y es precisamente esto lo que permite que no pase nada. El sermoneo en la comodidad del hogar. Y viene la conferencia de prensa, el cuarto informe de gobierno, la noticia del periódico: "aumenta el Producto Interno Bruto". Y salimos de casa, y lo único que ha cambiado es el precio de la gasolina. Y seguimos ganando $58.00 pesos la hora. Y la tasa de crecimiento esperada es del 4%.

Los noticieros aprenden.

De tanto trabajar con estos mensajes, los noticieros ya han tomado el ejemplo. Ahora también elaboran sus discursos basándose en el doble mensaje. Los dobles mensajes son, en cualquier relación interpersonal, los iniciadores de la esquizofrenia.


No es raro escuchar en un noticiero en televisión frases como: "Observe cómo empuja al candidato, cómo lo obliga a salir de la sala", mientras que en la imagen tan sólo vemos a un hombre que camina junto a otro.

El colmo de esto ha sido: "Vea usted cómo terminó hecha pedazos la camioneta amarilla del delegado", mientras en la pantalla vemos una camioneta totalmente negra. Y los ejemplos continúan. El mensaje es: "Lo que usted ve es esto, ¿me entiende? Nada tiene que ver su percepción.

La técnica es la misma que la que utilizan las madres de los esquizofrénicos: "Anda come, tienes hambre. No, no digas que no; tú tienes hambre ¿me oyes?" El individuo así programado termina desconfiando de lo que piensa y siente, dándole esa facultad a su mamá; o al Estado.

Sin embargo, algo deben haber encontrado los políticos y los noticieros en nosotros. Algo más que la propensión a la esquizofrenia. Tal vez sea la avidez de la evasión. Una realidad insostenible sólo se soporta evadiéndose, ya sea en la esperanza de un futuro mejor, de un presente distinto al que se vive, de un noticiero en el que se centra la atención en la vida de otros (en el que es lo de menos si nos dicen qué ver y qué no). Anteriormente la sociedad se evadía en la literatura fantástica; pero a la literatura la invadió el "realismo". La fantasía está ahora en la política y en los noticieros, y es ahí a donde recurrimos para evitar por un tiempo, la percepción de nuestra realidad .



martes, octubre 12

OFF

La posibilidad de controlar mi realidad es tan sencilla como utilizar el control remoto o navegar en internet. Literalmente.

Cuando mi vida va demasiado apacible, veo las noticias. Entonces reúno la suficiente realidad como para preocuparme, acaparar mi tiempo, comentar. Y cada suceso se convierte en el-mundo-en-el-que-vivo. Aunque tal vez sería mejor el término el-mundo-en-el-que-pienso-que-vivo.

En otras ocasiones, cuando un cúmulo de actividades llena mi horario, mi realidad se convierte en el jabón con el que me baño, el recibo de la luz, las personas con las que convivo, mi dolor de espalda. Incluso el libro que leo. Minucias que nada se comparan con la campaña electoral en Estados Unidos, las invasiones del PRD, la guerra de Irak o el asteroide Tautatis. Minucias que no puedo desaparecer con el control remoto o apagando la computadora.

Disfruto mucho de poder silenciar la realidad (marca registrada) y quedarme solo con ésta. La de la Tijuana que percibo sin que nadie me la cuente, la de la noche silente con avioneta en el cielo; que me permite escuchar ninguna voz, ninguna opinión. Tan sólo esta deliciosa, salvaje, no tecnológica, tal vez cruda y magnífica fantasía; pero antes que todo, mía.


viernes, octubre 8

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¿Para qué preocuparse por lo que se va a escribir, si existe la escritura?

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Hábitos alimenticios: la narrativa empacha

Los elotes son mi alimento favorito porque cada vez que los muerdo, voy al grano. Por lo contrario la narrativa, cada vez que la consumo, me obliga a leer treinta páginas para encontrar una buena idea.

El valor nutricional de quinientas cincuenta páginas de Cortázar es el mismo que el de cinco páginas de Deleuze. Escribir narrativa significa poseer muy pocas ideas y mucho ingenio para saber como tejerlas entre diálogo interior, acciones irrelevantes, misterios sin resolver, párrafos absurdos y despliegues de fanfarronería. Es un buen ejercicio mental cuando se consumen textos con demasiadas ideas. Así se vacían poco a poco, a manera de capítulos.

Disfruto bastante escribir, pero entre lo que escribo, tengo el mal hábito de también escribir narrativa.

Un buen libro de filosofía o de psicología es un viaje a lo desconocido de lo cognoscible. Una excavación casi erótica de la realidad. Pero un libro de narrativa va demasiado por lo conocido y, cuando intenta hacia lo desconocido, lo vuelve irreconocible.

Algo bello de vivir en una sociedad capitalista es la posibilidad del intercambio. No se está obligado a consumir lo que se produce. Así, puedo producir páginas y más páginas de narrativa con toda la confianza de que, al final de mi jornada, podré leer teoría.

martes, octubre 5

No estás Zoloft

Si el mundo te parece un lugar nefasto para vivir. Si crees que existe un complot diseñado para alejarte de tus seres queridos y acercarte al trabajo. Si piensas que las personas con las que te relacionas son falsas y solamente desean algo de ti. Si tienes miedo de salir de tu casa para no encontrarte con un cobrador. Si te cansas de gastar todo tu sueldo en ir al cine, tomar y comer en restaurantes y comprar ropa. Si ves las noticias o tus emails y decides dejar de usar pasta de dientes, champú, tinta para la impresora, aceite vegetal o azúcar, porque son un peligro aún mayor que el asteroide que probablemente aniquilará la tierra. Si decides mejor quedarte a leer cuando vienen a la ciudad los Rolling Stones. Padeces una terrible enfermedad.

Social Anxiety Disorder.

No traduciré el término para evitar que una pavada de ese tipo contamine al español.

Me quedé atónita cuando, en un canal norteamericano vi la caricatura de unas pequeñas bolas blancas con ojos. Una de ellas se sonrojaba al estar junto a las demás y se retiraba a un rincón. Esto, por supuesto, era una enfermedad; y para ello, anunciaban la cura perfecta: Zoloft. Un medicamento diseñado para sanar tan tremendo mal. Un medicamento que no transformará tu realidad, pero permitirá la percibas transformada.

Pastillas para dormir. Pastillas para adelgazar. Pastillas para defecar. Pastillas para coger.

Un cuerpo anquilosado.

Jamás se atribuirán las consecuencias del estilo de vida predominante en los países industrializados a su causa real. Si te golpeo y sangras, debes padecer hemofilia, pues no hay razón para que suceda eso; anda, toma este medicamento. Lo terrible no es que se les llamen enfermedades, ni que se elaboren medicamentos para “combatirlas”. Lo terrible es que haya quien se lo crea y las consuma. La razón para ello es el pecado original de nuestro tiempo: la comodidad. Como es más fácil utilizar las escaleras eléctricas o el elevador, los uso. Ya después tomaré medicamento para las consecuencias de una vida sedentaria.

Zoloft parece una creación Orwelliana. O, a lo Baudrillard, una nueva manera de simulación de la realidad. También la solución al grito de “quítenme esta soledad” de Juan Gabriel. O cualquier otra mofa o sesuda conclusión. Pero ya está físicamente disponible en las farmacias norteamericanas, y tal vez ya en algunas mexicanas. Peor aún, tal vez el empleado falsamente sonriente del Blockbuster, ese de la cara extraña y las palabras mecánicas. El que no pudo responder a nuestra pregunta hasta que se cercioró en la computadora, sea uno de los “felices” clientes que ya disfruta Zoloft de la vida.

Un ciudadano del mundo.

lunes, septiembre 27

La primera y última impresión

Imaginé sus historias mientras las veía, ¿cómo habían llegado ahí? No tenía más datos sobre ellas (y ellos) que los que iba -también imaginando- el guía. Era posible, tomando en cuenta su posible edad, la extraña estructura de su cuerpo, las vestimentas con las que eran expuestas (pues seguramente tampoco eran las originales), elaborar un perfil completo, una personalidad ficticia de una osamenta cubierta de restos de piel café oscuro. O de lo que fue una persona.

Sin embargo, era preferible adivinar su presente. Lo histórico era demasiado fácil. El presente, el estado actual de la conciencia de quien permanecía dentro de un cubo de cristal, era una tarea más interesante. Sobre todo si para elaborar esta conjetura, se partía de su último gesto.

Caras con un explícito aullido permanente. Rostros que mostraban el más nauseabundo de los horrores. Para morir así, debióse haber visto algo terrible en el preciso momento de cesar la vida. Quien desee preguntarse por el más allá, que vea las caras de esas momias. Tal vez para estas fechas ya se acostumbraron a vivir en ese sórdido lugar. Tal vez, la muerte tan sólo es un mal chiste.

Si pudiésemos petrificar el rostro de un recién nacido, justo cuando sale del vientre y observa el mundo, sería idéntico al de estos despojos de lo que fue un humano. El grito de horror más grande se da al observar este mundo, ningún otro, ningún más allá. Esta única de las realidades. Y aparentemente, la peor.

El gesto de horror de las momias permite asegurarse de que, después de haber pasado por este mundo, no existe ningún paraíso. Ningún infierno. Sólo la broma divina. Solamente el Nietzscheano eterno retorno de lo mismo.

domingo, septiembre 26

Reflexiones matinales contra el sueño

Por la mañana cuando sola, y con el rostro cubierto de células muertas, me doy cuenta de que llevo seis o nueve horas de suspender mi existencia desde la perspectiva de la producción, siento una especie de escozor prematuro de la muerte. Y no hay razón cotidiana que me convenza de que el sueño no llegará a ser abolido.

jueves, septiembre 23

Metro mental

Tenía seis años cuando, después de escuchar durante horas enteras a mi abuelo hablar acerca de poetas y judíos, comencé a tomar el gusto por esas extrañas palabras ordenadas con cierto ritmo. Mi padre, feliz de que yo siguiese los pasos poéticos de mi abuelo que él no siguió, comenzó a llenar mi librero. Fué así como inicié mi lectura de López Velarde, Juan de Dios Peza, Antonio Plaza, Rubén Darío, Guillermo Aguirre y Fierro, Amado Nervo, Gustavo Adolfo Becquer, García Lorca, Manuel Gutiérrez Nájera.

Debí haber jugado más con las muñecas.

La mayoría de esos poemas tratan del desencanto, algo no recomendable en la infancia. Sin embargo, eso no fue lo peor que pudo pasarme al leer esos autores a tan temprana edad: en esa época uno desarrolla su lenguaje.

Desgraciadamente aprendí a pensar en endecasílabos.

Ese ritmo me provocó más problemas que el triángulo edípico. Hoy, basta que alguien me sugiera un tema para que yo, sin chistar, comience a desarrollarlo mentalmente en frases de once sílabas. Ya no se diga cuando intento escribir.

Así que por favor, futuros padres de familia, maestros y similares; si ven en sus hijos cualquier inclinación poética, denle a César Vallejo, a Huidobro, a Kozer. Vaya, incluso algo de Villaurrutia. De tal modo que a sus treinta años, no piensen como yo. O como Gutiérrez Nájera:

Morir, y joven: antes que destruya
el tiempo aleve la gentil corona;
cuando la vida dice aún: soy tuya,
aunque sepamos bien que nos traiciona.


martes, septiembre 21

Y volver, volver, volver… a lo mismo

Esas canciones que tanto disfrutamos, que nos llegan hasta el alma, debemos agradecerlas a eso por cual nos identificamos tanto con ellas. Eso que nos invita a escucharlas una y otra y otra vez más, hasta que sangra la herida.

Es ese ingrediente que no puede faltar para que funcione una canción: la neurosis.

Aquí algunos ejemplos y su correspondiente traducción:

Por tu maldito amor, hoy quiero reventarme hasta las venas…
Chantaje de suicidio. Culpar al otro por la incapacidad de enfrentar la propia vida.

Vida, devuélveme mis fantasías…
Relación que terminó porque una de las partes, lejos de establecer contacto con su respectiva pareja, lo hacía con una imagen idealizada de la misma.

La de la mochila azul, la de ojitos dormilones, me dejó gran inquietud y bajas calificaciones…
Culpar al otro de los fracasos propios. Búsqueda de justificaciones para permanecer irresponsable.

No me vuelvo a enamorar, totalmente para qué…
Amenaza. Chantaje. Generalización, “todos son iguales”. Visión pesimista del futuro.

Aquí tienes las llaves de mi alma…
Pedir al otro que se haga responsable de la propia vida para posteriormente culparlo de nuestros males.

Mío, ese hombre es mío, con otra pero mío, mío, mío…
Negación de la realidad. Deseos insatisfechos de control.

Amiga tú, la misma de ayer, la incondicional, la que no espera nada…
Incapacidad de observar la manipulación del otro que ha adoptado una actitud de víctima. Idealización absurda de una mujer para evitar el compromiso.

Hasta ahí la traducción. Debo que ir a subirle al radio.

lunes, septiembre 20

La poesía en el Cemanáhuac

En el mundo Náhuatl, la poesía era la unión del hombre vivo con la divinidad. Al llegar la muerte, la poesía era lo único que permanecía del hombre en la tierra. Así, la poesía que unía lo humano con lo divino no deseaba participar de la muerte; podía comunicarse con el otro mundo, pero nunca ir allá. La poesía se queda con el hombre. Habla con los dioses, pero ama a los hombres. La muerte no tiene dominio sobre ella. Todo puede morir, menos la palabra.

“En un principio, era la palabra”, dice el cristianismo. De ese modo arrebata la palabra del hombre para transformarla en la palabra de Dios. “Y la palabra se hizo carne y habitó entre nosotros” reza el evangelio. Con el nuevo testamento la palabra se reconcilia con el hombre, pero continúa descendiendo de lo alto. Para los nahuas, sin embargo, la palabra se queda como la aliada del hombre contra la divinidad, pues ¿quién nos va a defender si no es la palabra?

La poesía no es el lenguaje de los dioses. Es el escudo contra su ira. Nos comunica con ellos para protegernos, pero permanece en nosotros. Permanece en nosotros para trascender la muerte, ¿de qué nos sirve ser inmortales en un más allá, lejos de lo humano? Si la aspiración es trascender, la trascendencia debe darse entre lo que somos, no en la esperanza de lo que seremos. Ahí donde la sabiduría se acumula a través de los años, no donde ésta desaparece volviéndose incognoscible.

Lo que las religiones prometen como “la otra vida”, es la trascendencia. El Paraíso, el Reino de los cielos, el Nirvana, Mictlán, la Región del sueño son los sitios donde el hombre no muere; son por lo tanto, tan sólo otros nombres para la Poesía.


¡Con este canto es la marcha
a la región del misterio!
eres festejado,
divinas palabras hiciste
¡pero has muerto…!


Canto a la memoria de Itzcóatl,Cantares mexicanos

viernes, septiembre 17

Mexi-Can

El pasado 27 de junio miles de mexicanos, hartos de la violencia, se reunieron en el zócalo del Distrito Federal para exigirle y gritarle al presidente Fox que tomara acciones enérgicas contra esa situación que los mantiene temerosos y cautivos. Pasaron menos de tres meses cuando, sin haber logrado respuestas acordes a sus demandas, los mismos mexicanos, en el mismo lugar, se volvieron a reunir con el presidente; esta vez fue también para gritar, pero con el mejor de los humores, celebrando la gran fiesta "La Independencia".

Moraleja: El mexicano es el mejor amigo del hombre.

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Feliz Cumpleaños, Señor Dictador

La tradición de "dar el grito" como conmemoración de la independencia de México fue instituída por Porfirio Diaz.

Casualmente, el 15 de septiembre era el día de su cumpleaños.

domingo, septiembre 12

A la medida

La ambición colectiva. Expansión sin límite. El crecimiento canceroso hacia la muerte. Dejar hacer, dejar pasar se ha convertido en permisividad absurda. La prueba más cercana es la talla de mi pantalón.

Explorando el clóset de mi madre, encontré algunas piezas de ropa que me llamaron la atención. Eran obviamente prendas fabricadas hace más de treinta años. Dudé en probármelas, pues eran dos tallas más arriba de la que uso. Observándolas bien, me di cuenta de que su tamaño no distaba mucho del de mi ropa actual. Me las probé. Me quedaron perfectas.

Con curiosidad, indagué en tiendas de segunda. El mismo resultado.

Las tallas se han expandido al ritmo de los cuerpos. Las medidas, límites para el volumen físico, se han ido “adecuando a las necesidades”. Si yo hubiese tenido treinta años en 1970 y el mismo cuerpo, usaría talla diez. En el 2004 soy talla seis. No tengo por qué preocuparme de llegar a ser una anciana obesa. Para cuando tenga 60, seguramente continuaré usando la misma talla, aunque pese veinte kilos más.

Es lógico que las medidas pequeñas vendan más. El autoengaño colectivo funciona. Pero el autoengaño tiene límites aunque aparente lo contrario. Los problemas de salud relativos a la obesidad se incrementan, pero las tallas se expanden. Las tallas se expanden al tiempo que la imagen de la mujer ideal se reduce a una pura estructura ósea con pechos enormes. Los extremos del cuerpo son los extremos en el plano social, pues lo micro se representa en lo macro y viceversa. El grado de tolerancia hacia cualquier tipo de destrucción se incrementa como las tallas de los pantalones, al tiempo que el discurso de la hermandad de la globalización se contradice.

Sería insoportable, por supuesto, enfrentarnos a la realidad. Vestir la talla que nos corresponde. Darnos cuenta de que la realidad televisiva y virtual es tan sólo una realidad que se ha adecuado a nuestro peso, al que es preferible ignorar con imágenes mentales para no salir a la calles y enfrentarnos con el real cuerpo del otro. El tangible otro que nos define y, por lo tanto, nos destroza.


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a.B.L y d.B.L

Con frecuencia soy ingrata y malagradecida. Olvido las fechas significativas y los cumpleaños, justo cuando llegan, después de haber estado pensando en ellos durante meses. Enfrentar la realidad nunca ha sido algo que me caracterice.

Ayer debí mostrar mi gratitud a una persona que me permitió, con sus acciones, darme cuenta de lo perfecto de mi vida y, por ende, echarla a perder. No soy más feliz gracias a eso. El hacer lo que quiero incluso me da menores retribuciones que el hacer lo que debo. Pero hubo algo ese 11 de septiembre que me cuestionó, ¿podrías morir hoy, satisfecha?

Y respondí que no.

A partir de ese día comencé una búsqueda frenética de todo lo que me satisficiera. Me convertí en la niña que, después de pasar años con la nariz pegada a la vitrina de pasteles, le permiten adentrarse en ella y hartarse. Pero, siguiendo el pensamiento de Blake de que nadie sabe cuánto es suficiente hasta que ha sabido cuánto es más que suficiente, establecí mis límites.

Bin Laden nunca sabrá lo que significa para mí.

Caí. Fui lanzada al abismo junto con las cientos de personas que se lanzaron del World Trade Center. Incluso morí.

Hoy soy tan joven que aún poseo el asombro infantil. Nací hace tres años. Este renacimiento aún me resulta extraño en ocasiones. Y mi boca tiembla todavía cuando, a la pregunta que me hice el 11 de septiembre del 2001, respondo:

Sí.

Entonces, la misma voz murmura:

¿Y a mí qué?



sábado, septiembre 4

DIA DE LA INDEPENDENCIA

"Existe en campo invisible que mantiene unida toda la realidad, un campo que posee la propiedad de saber lo que está pasando en cualquier parte en un momento determinado".

David Bohm, Campo de la energía inteligente


No hay mejor manera de mantener una utopía que nombrándola. Una vez que la palabra ha sido creada, miles de voces agradecen. Al fin han encontrado una palabra adecuada. O una escondite.

Existen grados de dependencia. Se puede ser más o menos dependiente de la madre, del dinero, de la sociedad. Todo cuanto existe está ligado. Me puedo engañar diciendo que no tengo nada que ver con, que aquello es totalmente ajeno a, que lo que escribo es algo totalmente independiente. Que soy independiente.

Independiente es una palabra construída para eliminar los posibles vínculos con lo que estoy obviamente vinculado. La independencia es tan absurda como los resultados actuales de la lucha de México en 1810. Cierto es que los grados de dependencia convierten en sana o en patológica la relación con alguien o con algo. Grados de dependencia sanos son aquellos en que se acepta la relación del uno con el todo.

Las frases mismas establecen las relaciones. Decir que este texto es totalmente ajeno a la literatura húngara obviamente lo liga con ésta. Afirmar que no dependo de alguien me liga a ese alguien del que no dependo, y al que necesito para afirmar que no dependo de él.

Dependo de lo que no conozco, de quien no me conoce, de lo que existe. La dependencia es la mera interrelación; pero cuando socialmente las interrelaciones se dificultan cada vez más, se facilita más el halagar esa discapacidad que el enfrentarla. Y para no calificar a la discapacidad como negativa, se le califica con una palabra utópica que es consumida por la fantasía social. Se le califica como independencia.

La independencia es un escudo de dolor. Es el escudo de quien depende tanto que desgasta su vida en demostrar lo contrario, recorriendo un camino paralelo.

domingo, agosto 29

Los libros, esos cadáveres


La escritura es como el arma que nunca he conocido: de dos filos. Aleja del mundo tanto como acerca. Permite encontrar en la misma medida que logra perder. Angustia y satisface. Promete guirnaldas y cercena la capacidad de contemplarlas. La escritura no puede garantizar mayor satisfacción que la que se tiene al momento de realizarla; porque es una acción en presente, porque no hay un antes ni un después que pueda también llamarse escribir.


*


Sabiduría de TV azteca:

“Querer vivir en el pasado es como intentar el conducir un auto mirando exclusivamente por el espejo retrovisor.”


Not bad.



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Hay sitios que se sostienen únicamente a base de huecos.

viernes, agosto 27

Lo que el dinero Sí puede comprar

Este mensaje va dirigido a quien sacrifica su vida por los demás. A los trabajadores responsables, a las esposas abnegadas, a los amigos incondicionales, a las madres modelo. Al estudiante ejemplar, al empleado del mes, al vendedor estrella. Al lameculos, al acomedido, al que sufre como si la desgracia fuera propia. A los genios desconocidos, a los talentos no descubiertos, a los que a diario se parten el lomo para que otro sea feliz:
Han abierto un nuevo local sobre el boulevard Agua Caliente. Se llama BB y tiene ofertas por inaguración. Los hacen sobre pedido. Tienen textos prefabricados o, si se prefiere y la circunstancia lo amerita, brindan la posibilidad de elaborar el propio. Venden reconocimientos, del tamaño y precio que se requiera para satisfacer esa apremiante necesidad de la pirámide de Maslow.

miércoles, agosto 25

Confort educativo

La Universidad Metropolitana de Agua Caliente es una verdadera pionera de la educación. Instalada en una ciudad cuya población aumenta vertiginosamente, está decidida a hacerse de un lugar en el mercado. Para tal efecto, colocar aire acondicionado en los salones es una inversión inteligente.

La proliferación de instituciones educativas en Tijuana lleva a éstas a tomar cada vez medios más agresivos para “reclutar” alumnos. Hasta hace pocos años, la única publicidad que requerían las escuelas era la recomendación de los alumnos y padres de familia. Esto se ganaba a través de la calidad educativa. Pero, probablemente debido al relajamiento de la SEP que, no pudiendo cubrir con escuelas públicas la cada vez más creciente demanda, ha permitido la creación de instituciones educativas “patito” al mismo ritmo que el de los mini-mercados.

El peridódico ZETA del 13 al 19 de agosto tiene en su portada una imagen del alcalde de Tijuana, Jesús Gonzáles Reyes en la que, junto a coloridos números e imágenes de niños, muestra una cita: “Abriré un kínder”. Por supuesto que tal portada es una ridiculización de las intenciones del alcalde que, como cientos de tijuanenses a quienes se les termina la “chamba”, abren una escuela. ¿Importa si tienen conocimientos de pedagogía? ¿Si terminaron siquiera una carrera? ¿Si poseen espíritu docente? Por supuesto que no. Sucede que consiguieron un changarrito, una casa grande, algún préstamo y “lo que está pegando ahorita son las escuelas”.

Pero la ley de la oferta y la demanda es clara. Tantas escuelas están provocando el cierre de otras que tenían años en funcionamiento; su demanda ha descendido hasta hacer incosteable el continuar funcionando. Por otro lado, la producción en masa genera productos de dudosa calidad. Tijuana será pronto la ciudad peor educada del páís. Decenas de universidades “express” lo aseguran.

El spot radiofónico de la Universidad Metropolitana de Agua Caliente pudiera entenderse como una parodia de lo que sucede con las instituciones educativas de la región. Desgraciadamente no lo es. Escuchar “oye, que bien, los salones tienen aire acondicionado” en la voz de una supuesta alumna dirigiéndose a otra, seguido de la voz que anuncia y promete “alberca, aguas termales...todo un confort educativo”, son frases que se pretenden “serias” y tienen toda la intención de hacerse de clientes (alumnos, perdón). Jamás se menciona el nivel de calidad educativo, ni siquiera como mero gancho.

¿Que horror? ¿A qué hemos llegado? ¡En mis tiempos no era así!

El que suceda esto con las escuelas no es para espantarse. ES LA REALIDAD, y como tal, válida. Se ha sustituído la educación por la información. La eliminación de las escuelas como instrumento educativo es tan sólo un epifenómeno.

martes, agosto 24

La cadena alimenticia

Nuestras ciudades son nuestras fábricas de animales; las familias, escuelas, iglesias son los rastros para nuestros hijos; los colegios y otros lugares son las cocinas. Cuando somos adultos, en el matrimonio y en los negocios, nos comemos el producto.

Las políticas de la familia, RD Laing

sábado, agosto 21

Aguante olímpico

México se ha destacado siempre en las olimpiadas por su participación en caminata. Las dinámicas del país se representan desde la alimentación hasta el desempeño olímpico. La caminata es un deporte de resistencia. Si algo sabe hacer el mexicano, es aguantar. Aguantar a los españoles, a los gringos, al PRI, a la iglesia, a los machos. Pero el aguante del mexicano no es a costa de sí mismo; es a costa de su patrón.

Al mexicano le gusta llegar, pero llega despacito. Si le pagan por obra terminada, tardará trescientas caguamas más del tiempo previsto, pero terminará. La caminata se ajusta muy bien a su ritmo de vida. Lento pero seguro. El mexicano, lo sabemos, es un hacker por tradición. Si no existe, lo inventa; si existe, se lo roba. Aquí en México, las estrategias para controlar a los empleados aplicadas en otros países encuentran la horma de su zapato. El mexicano aguanta porque chupa de a poquito, como las chinches. En caminata, también somos uno de los paises que más amonestaciones recibimos. Tan pronto se voltea el patrón, corremos o flotamos. Tan pronto voltea, caminamos. Estamos plenamente conscientes de que quien no transa, no avanza. No logramos la medalla de oro pero nos hacemos notar. No somos país de primer mundo, pero nos codeamos con ellos.


Ana Guevara es una anomalía. Destaca en competencias de velocidad. Esta corredora norteña parece haber olvidado el sentido de la palabra pachorras. Cada vez que gana, el país entra en crisis. Definitivamente, esta chica debe ser un producto de la globalización.

viernes, agosto 20

Eating this orders

Bullshit people entra al restaurante. Bullshit people come. Yo como lo que bullshit people come. Me gusta estar así, por eso como. Si mi vida fuese realmente insoportable, dejaría de comer.

Como.

Respiro sobre un lodo de puré de papas condimentado.Esta vez no hay nadie que me critique por comer esto. Por comer lo que detesto. No tiene caso decirle a la mesera que pedí sopa de pollo y no de papa. No tiene caso.

Regreso a Sartre. Acompaña mi puré de papa diciendo que tengo la posibilidad de elegir. Una idea más burguesa que el inconsciente de Freud. El esclavo puede ser libre, en su mente, por supuesto. Bullshit people. La pobreza es un estado mental. Oh, los ricos también lloran. Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, a que un rico entre en el reino de los cielos. Bullshit people believe that.

Relleno mi estómago de carne descongelada. Carne molida de vaca alimentada con hormonas. El lugar es helado. Tiemblo. No tiene caso quejarse. Nada va cambiar. No voy a decirle a la mesera obesa que me escucha balbucear que todo está bien, que en realidad la comida es una porquería. No tiene caso.

Hace media hora, la empleada de la oficina de correos de Chula Vista me robó veinte dólares. Veinte bullshit dólares. Les hice saber que no me iría hasta que me los regresaran. Era casi hora de cerrar. El agente de seguridad me presionó para que saliera por la buenas. Linda prometió hablar mañana a mi casa para decirme si le habían sobrado mis veinte dólares en su corte de caja. Seguramente a esta hora ya compró una canasta de pollo empanizado con mi dinero para toda su white trash family. Bullshit people come a costa de mis cuatro horas de trabajo. Tienes razón, Sartre, no tiene caso quejarse. Elijo ser bullshitmente feliz.

Me desplomo en este asiento verde de restaurante psiquiátrico de mierdalimentación. Pienso en que estaría mejor drogada sobre un charco de orines en el centro de Tijuana. Pero tienes razón Sartre, si lo hubiera preferido, ahí estuviera. Elijo estar entre bullshit people. Bullshit people makes me feel the way I love. No voy a abandonar este sitio.

No tiene caso.

miércoles, agosto 18

La araña, la mosca, la mosca, la araña; la araña, la mosca, la mosca, la araña; la araña, la mosca, la mosca, la araña; la araña...

El concepto de locura, como la mayoría de los conceptos, ha evolucionado a través del tiempo. Pasó de ser incluso un estado deseable por motivos místicos, a indeseable por los mismos motivos (posesión diabólica). Posteriormente, varios estudiosos de la mente se dedicaron a clasificarla, indagar sus rasgos y características; hurgar tanto en el tema que se determinó que todos la padecemos en un mayor o menor grado.

De la idea de la masificación de las neurosis, surgen autores investigan la inteligibilidad de los pensamientos y comportamientos (R.D. Laing) de los psicóticos. Sus teorías se malinterpretan y se cree que si es posible comprender a un esquizofrénico, significa que lo que expresa es coherente. Incluso hay autores que afirman que los locos son los que piensan que existen los locos (Thomas Szasz). El gusto por el lenguaje esquizo se populariza. Ahora incluso los “morning shows” de las principales cadenas televisivas de nuestro país entretienen con personajes de este tipo.

Freud creía en la alotropia como una señal de sanidad. Pero las teorías de Freud llegaron a los norteamericanos. A pesar de Freud, el psicoanálisis se convirtió en una teoría de la autotropia (adaptación del individuo a la sociedad, situación que Freud consideraba un síntoma neurótico) La psicoterapia en occidente se transformó en una fábrica de neuróticos (incluso piscóticos) que, unida a las condiciones políticas esquizofrenizantes (el doble mensaje del Estado: la discrepancia entre el discurso político y la realidad social) y a una mercadotecnia cada vez más conductista, convirtió al neurótico en el ciudadano promedio. Un arrangement (adaptación) se ha vuelto inminente.

Sucedió primero con la obesidad. El consumo produjo ciudadanos obesos en su mayoría y, como es más fácil la adaptación que la revolución, se elaboró toda una campaña para aceptar a los que de todos modos morirían pronto de un ataque cardiaco. Y no son “gordos”; son “big people”. Incluso se les crearon sus propios concursos de belleza y sus tiendas de ropa “cool”. Por supuesto que esto sucedió a nivel discurso. La discriminación contra la gente obesa y la presión por un cuerpo perfecto están en su apogeo. Y situaciones como éstas y como las mencionadas anteriormente han provocado que se “acepte” al neurótico como un ser “normal”. La “apertura”, la “tolerancia” permiten que la excentricidad no se considere anomalía. Incluso están de moda “los alternativos” (y entre éstos los creadores de “arte”).

El grado de aceptación se “abre”.

Al tiempo que la discriminación se recrudece. Que la intolerancia se intensifica. Al tiempo que a una sociedad “renovada” se le regresa a las antiguas formas de gobierno represivo (con referencia a los triunfos electorales en Tijuana y Oaxaca), los dobles mensajes aumentan la esquizofrenia. Pero no hay problema: son nuestros hijos, los aceptaremos.

La historia es cíclica. En estos tiempos regresamos al punto de inicio, al estado virgen de información en el que consideraremos de nuevo a la locura como un estado místico deseable. Aunque esta vez lo hayan producido otras divinidades: Hollywood, Bush, Televisa y Coca-cola.

sábado, agosto 14

PIRATERÍA DE FIN DE SEMANA


“No recuerdo haber dejado nunca pendiente algo por el hecho de escribir. No concibo a nadie negándose a realizar alguna tarea mundana —por más banal que fuera— porque deba redactar un texto”

Underwood Portátil, Modelo 1915, Mario Bellatin

°

“Hola, te presento a Karla, mi futura ex”

El ciego, Woody Allen


°

“Nos preocupa tanto el que dirán, que se nos olvida lo que queremos decir”.

“Dios los hace y ellos se deshacen cuando se juntan”.

“Quien llega a la fama se convierte en un chicle. Apenas acaba su sabor, se le escupe”.

Maestros de preparatoria, junta mensual


°

"¿Quieres echar a perder a una gran poeta? ponla a leer a López Velarde en su infancia".

Arrepentimientos tardíos, Mayra Luna

viernes, agosto 13

Daños colaterales del Best-Seller

No hay ejercicio más deleitoso que husmear en el éxito de los demás para demostrar por qué razones han obtenido tan inmerecidos logros. La envidia, fuente de la vida.

Los objetivos personales son tan distintos como los pensamientos, y juzgar la obra del otro con base en criterios propios o tradicionales es el estamento de la Inquisición. Creo vivir en el siglo XXI.

Héctor Abad Faciolince, ganador del "Premio de Narrativa Innovadora" convocado por la Casa de América y la editorial Lengua de Trapo en España, ha publicado en www.elmalpensante.com un sesudo análisis de la obra de Paulo Coelho. El problema es que intenta aplicar a éste los criterios necesarios para juzgar la obra de Pavic.

“Traducido a 56 idiomas, publicado en 150 países, con más de 54 millones de libros vendidos, a Paulo Coelho hay que reconocerle al menos una virtud: es una mina de oro para sí mismo y para las editoriales. Pero también existen muchísimos libros tan malos como los de Coelho que no tienen ningún éxito y, al contrario, hay unos cuantos libros excelentes y literariamente impecables que se venden por millones.”

“...hay que reconocerle al menos una virtud: es una mina de oro para sí mismo y para las editoriales.” Posiblemente éste no sea el objetivo de Abad al construir su obra, posiblemente sí y no lo ha conseguido pero, ¿cómo sabe él que no es el de Coelho? No sólo La Literatura tiene cabida en el mundo impreso. Todo lo que sea objeto de interés del público estará ahí. A nadie debe de “protegérsele” de la “mala” literatura. Cada persona es responsable de lo que lee.

“Me he impuesto el ejercicio de leerlos para tratar de descubrir en qué estrategias temáticas y narrativas podría residir su extraordinario éxito editorial.” Por supuesto, las técnicas “descubiertas” por Abad son detestables: “Sus técnicas para ir tejiendo la trama son tan elementales que me recordaron de inmediato el estudio clásico sobre las formas canónicas del cuento infantil”.

Esos horrorosos cuentos infantiles que generan millones de dólares. (No mencionemos aquí a J.K. Rowling, autora de Harry Potter, quien pasó de madre soltera anónima a fenómeno global). Pareciera que para el autor, solamente el camino que él ha elegido es el legítimo. Los demás son ursupadores. Deben ser derrocados.

“No voy a decir que Coelho leyó a Propp, estudió cuáles son las
"funciones" más elementales del relato tradicional descubiertas por el ruso, y con esta receta se dedicó a escribir el oro en polvo de sus novelas. Eso sería muy sofisticado.” Que quiere decir: eso solamente podría hacerlo alguien tan genial como yo. Maldito pelele millonario.

“El rico y soltero que en la última página se aparece con un ramo de
rosas y se lleva a la muchacha a conocer París es una situación tan
perfectamente cursi que, por kitsch, creo que ni Corín Tellado se atrevería a ponerla en una fotonovela. Me parece ver la escena: el multimillonario que ha vendido 54 millones de ejemplares con tantas revelaciones de su estro poético, le muestra a una muchacha el objeto mágico (y fálico) con que la va a conquistar.” Ah, al fin muestra los motivos ocultos de su envidia.Gracias Freud.Tanta graforrea para caer en motivaciones tan básicas.

El autor de la crítica demuestra con el comentario anterior lo ocioso de aplicar criterios “específicos” y elitistas. Una obra funciona o no. Un varón, independientemente de si es académico, aguador, gerente, erudito, cantinero o escritor, puede optar por una de dos opciones. Envidiar el poder (falo diría Freud) de otro varón. O no.

lunes, agosto 2



UN DIA SIN MEXICANOS

Los Arau siempre superan nuestras peores expectativas. Eso pensé mientras pagaba un boleto de nueve dólares (cien pesos) en los cines de Palm Promenade para entrar a soportar una película que de antemano esperaba que fuese mala. Lo sé, mala es un halago. Incluso me siento avergonzada de efectuar esta reseña. Dialogar con una cinta con esas características no es imposible. Es insultante.

Un domingo a las nueve de la noche, Spiderman II, Fahrenheit 9/11, El día después de mañana y los Inmigrantes Indocumentados divierten igual.

Un día sin mexicanos (A day without a mexican; www.adaywithoutamexican.com) de Sergio Arau no pasa inadvertida: lo explotado en su cinta son los inmigrantes mexicanos explotados en California. Saber qué discurso se lanza acerca de ese tema en un cinema californiano, en el que la jurisdicción es del gobernador Schwarzenegger y el soundrack de la sala contigua de Jennifer López, sólo interesó a unas cuantas parejas que ya no alcanzaron boleto para Shrek II, media docena de chicanos resentidos y a una enajenada como yo, a quien de paso le preocupa qué tipo de producciones solventa Televisa, Videocine y Cinépolis.

Probablemente Arau, cuando se vio en la necesidad de bautizar el género de su cinta, adquirió uno de esos ejemplares que consultan las madres expectantes para nombrar a sus hijos. El resultado fue un término muy ingenioso: mockumentary, una palabra construída de mock (burla) y documentary (documental).

Procedimientos laboriosos y rebuscados neologismos son los que inventamos cuando olvidamos un término tan obvio como parodia.

La película intenta emular a los documentales de Michael Moore, en los que se entreveran temas políticos con situaciones chuscas; sin embargo Un día sin mexicanos no va más allá de la mera sangronada.
Afortunadamente, la sala de cine estaba casi vacía. Así que creo que nadie me observó tomar notas. La cinta comienza cuando una norteamericana joven y guapa pierde misteriosamente a su “Latin Lover” (Eduardo Palomo). Es en esa escena donde surgen los primeros dos estereotipos: la gringa boba y el Salvaje Sexy. Y los estereotipos no cesan durante toda la cinta. Pareciera que Arau basó su “docuburlal” en las caricaturas de Speedy González, la película The Three amigos (en la que, por cierto, actúa su padre Alfonso Arau) y en Los gringos también lloran.

La intención aparente de Sergio Arau es buena: mostrar la importancia negada a cientos de miles de trabajadores indocumentados que residen en California, utilizando el refrán: “Nadie sabe lo que tiene hasta que lo ve perdido”. Inicialmente, el director extendió el refrán a un cortometraje y, en Un día sin mexicanos, lo estiró aún más hasta convertirlo en una fresa agigantada artificialmente: hueca e insípida.

Siguiendo la idea del refrán, en la película desaparecen todos los mexicanos del estado de California.

¿Dónde hacen falta esos millones de desaparecidos?

En la pizca de tomates y chiles transgénicos; como albañiles baratos, súper sirvientas, cocineros jarochos de comida china, griega o tailandesa y burrito makers. Por supuesto que se equilibra la situación haciendo desaparecer también al gobernador del estado y a un miembro de su gabinete, de quien nunca se hubiera sospechado que fuese mexicano, pues al parecer, era “latino de clóset”. Sin embargo, Arau polariza; jamás representa a los miles de mexicanos que se desempeñan en todos los niveles profesionales. El mexicano sólo puede ser cacique o campesino.

Sergio Arau utiliza también los recursos burdo-mágicos que tanto preconiza su padre. California se encuentra bajo el efecto de una niebla “misteriosa” que absurdamente impide que sus habitantes salgan del territorio. Los efectos “especiales” de la niebla de Un día sin mexicanos son aún peores que las desapariciones humeantes de la mujer-nagual en Zapata.

Un mexicano siempre divierte. Es tan curioso, tan cute, mi amigou. Y su figura chispeante resalta aún más al contraponerla al cliché del anglosajón aburrido. En una escena, el hijo de un estadounidense derechista, quien participaba en el movimiento equivalente al surgido en los noventas de Light Up the Border, es rescatado por José, un campesino empleado de su abuelo, quién le ofrece emociones fuertes, amabilidad e incluso la posibilidad de tocar una serpiente. Más adelante en la película, cuando el Buen José ha desaparecido entre la niebla, el mismo niño juega un partido de ajedrez con su abuelo, mientras muestra su cara de tedio ante la ausencia de su changuito preferido: José.



Sucede lo mismo cuando el senador pierde a la mujer de su casa: su sirvienta. Pobres norteamericanos, nos necesitan, no son nadie sin nosotros: la esposa no puede ni siquiera cocinar un huevo, la hija se va sin su lunch a la escuela, el marido debe comprar burritos mal hechos por los gringos porque ya no está ella para que le cocine sus huevous rencherous. La criatura desvalida es siempre la manipuladora. Oh, sí, tú mecsicano, venir a limpiar las fosas sépticas, a pizcar fresas en el desierto, a construir mis centros comerciales, a cuidar a mis hijos, a hacerme de comer: yo soy incapaz de hacer esas cosas, too dificult. ¿Qué te parece si mejor yo gano $35.00 dólares la hora en mi office y a ti te pago $5.00 dólares para que hagas eso? Es que la verdad yo no saber hacerlou.

Se narran dos historias. La primera, y de menos importancia, es la de la norteamericana que relata la desaparición de su esposo, el rockero mexicano. Ella posee el primer enigma en su propia casa: su pequeña hija, aparentemente mitad mexicana, no desapareció con los demás, mientras que su hijo mayor sí lo hizo. La segunda historia y la principal, es la de una reportera supuestamente mexicana que tampoco desaparece.

La bella rubia nunca iba a amar realmente a un pobre músico mexicano: ella le había asestado los cuernos con su vecino, también norteamericano, y la niña no desapareció con los mexicanos porque era hija de dos gringos. Por su parte, la reportera confirma el look latino: todo aquel que posee piel apiñonada y cabello negro. Esta mujer era originaria de Armenia. Había sido criada por padres mexicanos en California, pero su país natal era Armenia. Sin embargo, la visión norteamericana del latino no puede ser cuestionada: la reportera termina por desaparecer en la niebla cuando afirma que su corazón es mexicano. Told you she was Latina. I’m never wrong.

Cada cierto tiempo, aparecen unos subtítulos blancos que pretenden educar al espectador (idiota, por supuesto) aclarando por ejemplo: que los guatemaltecos y los salvadoreños NO son mexicanos, que el territorio de California ERA parte de México, y otras obviedades por el estilo ¿qué tipo de público tiene en mente Sergio Arau? Es posible que haya sido consciente del nivel intelectual de las personas a las que apela su película y, por consiguiente, del tipo de público que se interesará en ella. En todo caso, esas personas no necesitan estar en el cine, sino de nuevo en la escuela primaria. (Aunque con las nuevas reformas educativas de nuestro presidente Fox, tal vez sea más recomendable que se vuelvan autodidactas).

En realidad, dudo que Sergio Arau haya tenido la intención de hacer reflexionar al pueblo de Norteamérica acerca de la importancia del trabajador mexicano. Arau, como cualquier empresario, vende un producto y, como buen empresario, quiere que sea un producto de moda y controversial. Sin embargo, tal vez padre e hijo deban buscar un nuevo asesor mercadológico porque, si bien los temas elegidos para sus películas parecen garantizar taquillas abarrotadas, la bajísima calidad de éstas acaban superando toda expectativa pesimista.

Un día sin mexicanos es el anhelo de un cineasta junior quien desea que suceda en su vida lo que pasa al final de la película: cuando los mexicanos reaparecen en la zona del Bordo, son acogidos por los oficiales norteamericanos de inmigración con calidez, fiesta, porras y alegría. Un mexicano estereotipado: aquel que se vende a si mismo cubierto de adornos ridículos en un “docuburlal”. Un mexicano que a su identidad ha añadido queso amarillo.


sábado, julio 31

Un fling con el mostruo de la laguna negra

Acababa de sacar dos juegos de 120 copias que no necesitaba. Hacía calor. Y como la ciudad es tan parecida a mí que no me permite descansar, opté por ir a los Estados Unidos. No hay nada mejor que ser extranjero.

Pese a que habían anunciado en el radio una espera de treinta y cinco vehículos por carril, la fila ya ascendía a los ciento quince. Tomé la penúltima fila del lado derecho con el fin de evitar ir peleando con los conductores insatisfechos que se cambian de carril cada cinco minutos. Todo transcurría en simulada paz, pero el calor y la fila lenta y el hambre y las 240 copias inservibles se acumulaban. La música pudo haber sido la cereza del pastel, o una mirada del carro contiguo. Pero la cereza se transformó en granada.

La fijación con el poder de algunos conductores los lleva primero a elegir automóviles inmensos que intimidan a los económicos. Pero el tamaño, contrario a lo que dice la sabiduría popular, no lo es todo. Para que el tamaño funcione debe ir acompañado de un conductor neurótico, de aquellos que profieren todo tipo de maldiciones a cada 10 circunvalaciones de sus llantas. Y para que el conductor neurótico y ávido de poder funcione, debe enganchar con otro.

No sé cómo fue que el conductor de atrás supo que yo estaba lista. Tal vez observó cómo me tocaba la frente para eliminar el sudor. Tal vez vio los movimientos de mi cabeza. Tal vez se fijó en mi insistencia por ir dos centímetros lejos del auto de enfrente. La situación fue que el señor me ubicó (o yo a él) y tiró el anzuelo.

Con una camioneta Escalade negra aterrorizaba al auto que estaba atrás de mí. Eso, por supuesto, yo no lo ví. Yo sólo sentí como encimaba su monstruo de la laguna negra sobre mi ya bastante maltratada minivan. En ese instante el auto se llenó de las copias que había ordenado de más, sofocándome; la temperatura se incrementó en 12 grados celsius, mi hambre se incrementó y el mundo desapareció, dejándonos solos a mi verdugo y a mí.

Paré el auto. Me desabroché el cinturón de seguridad. Salí con 20 centímetros por encima de los 172 que ya mido y, acercándome sin pensar en peligro alguno a lo que supuse sería uno de esos pochos que vienen a comprar madando a la Comercial Mexicana y a comer en el Negro Durazo, me paré junto a la ventana del auto y, en uno de los estados más furiosos que he experimentado en mi vida, le pregunté a gritos:

¿CUÁL ES TU PROBLEMA?

No era ningún pocho. Era un anciano. Un anciano gandalla y norteamericano, eso sí. Tenía una cara de asombro, pero no de miedo. Movía las manos frente a su cara como diciendo que no quería problemas.

SI NO LOS HUBIERA QUERIDO EL HIJO DE LA CHINGADA, NO SE HUBIERA TREPADO A MI CARRO.

Volví a preguntarle lo mismo. Lo hice porque me interesó conocer las motivaciones que tiene un anciano para llegar al extremo de subirse al auto de la mujer de enfrente. No pensemos en Freud, por favor, que en este momento me regreso y... Pero no, el hombre no contestó.

Cuando comprendí que era un anciano pusilánime, de esos que se aprovechan cuando nadie reclama, me retiré a mi auto. Lo observé por el espejo. Iba acompañado de su senior citizen wife, mujer a la que jamás ví durante el altercado. La tipa parecía consternada. Respiré.

Respiré más y me sentí muy bien. Saqué mi pasaporte y, viendo la foto de mi sobrina, la acaricié. Incluso ví los juegos de copias sin rencor. Le subí un poco a la música y bajé toda la ventana. Me recosté en el sillón, agotada pero satisfecha.

He hecho fila miles de veces en mi vida para cruzar a San Diego, pero nunca, nunca, nunca, había tenido un orgasmo ahí.

domingo, julio 25

Nosotros los Pérez

Independientemente de la sangre azul, con o sin herencia, en Latinoamérica no es lo mismo nacer Sánchez que Santibáñez. El apellido es un factor determinante para la percepción social de la persona.

Los hay de todo tipo, desde los más comunes que se repiten incansablemente, ésos que hasta la Secretaría de Hacienda ha eliminado en las iniciales de la CURP, hasta los que por su sofisticación, son repetidos incansablemente junto al nombre de quién los porta; sólo por el placer de escucharlos.

Los apellidos rimbombantes (o extranjeros) se toman, como el buen café, solos. No hay necesidad de añadirles nada, en ocasiones ni siquiera el nombre. Pensemos en un Zabludovsky. Incluso decir Jacobo lo opacaría. Por el contrario, los apellidos abundantes son descalificados. Parecen no ser suficientes por sí mismos. Es necesario añadirles el segundo, con la esperanza de que sea mejor, o de que por lo menos le dé un mejor ritmo. Pensemos en López. Pensemos en el sucesor de Zabludovsky: López Dóriga, ¿no sería suficiente con decir Joaquín López?

¿O Andrés Manuel López o José López? En lugar de Andrés Manuel López OBRADOR, o José López PORTILLO. Miguel de la Madrid y Vicente Fox pocas veces han usado el Hurtado o el Quesada. No lo necesitan. Y el ejemplo de las figuras públicas tan sólo refleja el rechazo general a lo "irrelevante" de esos apellidos. Nacer con buena estrella es apellidarse Betancourt, Santini, Poniatowska, De la Torre, Villavicencio, Montes de Oca.

El impacto del apellido incluso determina la trascendencia de la obra de un autor. Borges nunca hubiera sido Borges si se hubiese llamado Jorge Luis Rodríguez. ¿Lo Rodrigueano en vez de lo Borgeano? Jamás. Y, ¿seguríamos rindiendo el mismo tributo al autor de Pedro Páramo si se hubiese llamado Juan Pérez?

No, uno se regodea al decir Rulfo. La R prepara la boca para la dulzura de la UL, al tiempo que la dentadura superior toca al labio inferior soplando una F, para descansar en una sugestiva O.

Qué desgracia para los grandes cuyas obras están guardadas en un cajón, sólo porque nadie ha querido nunca publicar a un Pérez que carece de Reverte.

lunes, julio 19

Caminando por el centro de Tijuana


-Mmm, huele rico.
-Sí, huele muy rico.
-Oye, pero ¿huele a basura o comida?
-Quien sabe.

sábado, julio 17

Fecha: 17 de julio de 2004-20 (1984)


Por un momento creí que escuchaba a Yuri. Me emocioné.

"Pasa ligera, la maldita primavera. Pasa ligera, me maldice sólo a mí..."

Pero no, era otro remake.

Tal vez en estos tiempos en que los niños saben usar las computadoras desde los dos años, este procedimiento de regrabar canciones del pasado parezca inofensivo; pero para mí, que vengo de los tiempos de Menudo, Michael Jackson y 1984, esto es una reescritura de la historia y, por lo tanto, una manipulación (paranoia incluída).

"Creen que yo no me doy cuenta, lo que pasa es que ya no quiero más problemas con su amor..." La ficción que narra Orwell en 1984 contiene las predicciones más acertadas que jamás se hayan hecho acerca del futuro de la humanidad. Nostradamus le queda corto. El oficio de su personaje Winston Smith es el oficio más común en la actualidad: reescribir el pasado. Sólo que en la obra de Orwell esto se hace de una manera seria y secreta, mientras que en nuestro tiempo se realiza de una manera abierta y "divertida".

¿Cómo se reescribe el pasado? Con el retro, el remake, el comeback.

El pasado se reescribe actualizándolo como a un estado financiero. Traduciéndolo al presente. Reescribiendo la historia a través del cine, de la música, de la moda. El presente es la prueba de que existió el pasado, y cuando este pasado es reformulado con los métodos actuales, automáticamente se anula. Si el simple acto de narrar un hecho histórico ya lo invalida, el acto de re-representarlo lo elimina.

Una adolescente que escuche a La factoría cantando: "Yo necesito saber, si tú me quieres..." jamás pensará en Rocío Dúrcal. No existe el antecedente en su mente; y a nosotros, veteranos, el recuerdo nos ha sido distorsionado.

Esto es a nivel musical, y pudiera parecer inofensivo; pero recordemos la reescritura de la historia en películas como Zapata, de Alfonso Arau, en la que el contacto con nuestro pasado se vuelve una broma de mal gusto. Incluyamos en esta categoría a todas la películas de época que no tratan de un acontecimiento histórico de importancia, pero que describen todo un modo de vida que existió hace décadas o centurias. Para la mayoría de los espectadores, ésa será la única referencia de las costumbres de ese pueblo en ese determinado período de tiempo.

Ni hablar de la reescritura de la historia en los mismos libros de historia, en los archivos de la nación, en los libros de texto. Las profecías de Orwell se han cumplido a tal grado que ahora, el Gran Hermano (nuestro presidente Fox) ha considerado la eliminación de la época prehispánica en los libros de texto. Tal vez así pretenda eliminar nuestra "tradición" indígena de adorar a los extranjeros como si fuesen dioses. Tal vez, cuando crezca la generación de los niños mexicanos con el eslabón perdido de sus raíces indígenas, posea el orgullo de los pueblos europeos (porque, obviamente, no puede tenerlo de los pueblos indígenas de los que proviene) y desprecie a los estadounidenses como lo hacen los franceses. Dudo que funcione Mr. President.

La reescritura de la historia también se realiza a través de la reconstrucción de la arquitectura antigua. Al caminar por Guanajuato después de haber visitado veintiocho veces Disneylandia, se tiene la sensación de que la Alhóndiga de granaditas es un juego parecido a los Piratas del caribe, y que el centro de la ciudad es una copia de Main Street U.S.A., o tal vez del centro comercial del hotel Caesar's de Las Vegas. La historia inmersa en las construcciones originales se anula al colocarse en el mismo plano. Cuando todo es re-producido, lo producido pierde su valor.

La historia se ha detenido, menciona Orwell. Y esa es precisamente la característica promordial de la postmodernidad. No hay nada hacia adelante. El tiempo transcurre en una constante variación de las representaciones del pasado; un reciciclaje de la historia que contribuye a que "todo permaneza exactamente como está".